A principios de julio y luego de un año 4 meses de no viajar, me fui de vacaciones a Puerto Vallarta. La confianza de contar ya con todo el esquema de vacunación me lanzó a esta aventura de volar en plena pandemia. Con todas las medidas de seguridad, pero aun así nerviosa, me encerré en esa cabina con varias decenas de personas más.