En la época de la inquisición, bastaba una acusación verbal para que una mujer fuera sometida a cualquier cantidad de creativos martirios en aras de hacerla confesarse bruja, cargo que permitiría asesinarla después en el nombre de dios. Hoy, parece que basta ser llamada feminista, para que una mujer sea estigmatizada socialmente como violenta o subversiva.
Dentro del catálogo de conductas sancionadas en cualquier norma penal, aquellas que se producen en perjuicio de la integridad de una persona son especialmente lesivas.
La colega y editora de suplementos Cristina Renaud una vez que ponderó la novedad de la tesis de doctorado, premiada con mención honorífica, de Diego Noel Ramos Rojas de inmediato me envío la liga digital.
Los cuidados son un derecho humano, deben ser priorizados por los Estados y requieren de sistemas integrales para poder quitar esas tareas de los hombros femeninos y avanzar hacia la igualdad