Nadie le preguntó dónde quería cumplir su sanción. Su cuerpo, más masculino de lo que ella desearía, le parecía a los otros suficiente argumento para enviarla a un centro penitenciario de hombres, donde le cortarían el pelo, sin saber que ello sería una marca que llevaría de por vida.
Además de atenderse rutinariamente sus males como el hipertiroidismo, la gota, azúcar alta y corazón, sería conveniente que el populista López Obrador se realice una resonancia magnética porque en una de esas, de tanto estar pendiente de lo que escriben y dicen periodistas críticos, le salió un tumor en el cerebro.
La organización demanda una perspectiva interseccional en los servicios públicos, reivindicaciones recogidas en su último estudio sobre el impacto de la COVID-19 en la salud mental de las familias