Futuro
* Vergüenza
Martha Canseco González
SemMéxico, 16 diciembre 2019.- Por supuesto lo ocurrido la semana pasada en el Congreso de Hidalgo, es tema obligado de ésta columna. Todavía el martes 11 de diciembre, Adriana Jiménez Patlán, Bertha Miranda, Erika Ortigoza, Carmen Campos y yo estuvimos en el Senado de la República platicando con Julio Menchaca y Malú Micher con el fin de empujar el voto favorable a los derechos humanos de las hidalguenses. Fue un último esfuerzo con el fin de que Hidalgo no se convirtiera en vergüenza nacional.
Ni modo, se sentó un muy mal precedente, el Congreso así lo decidió. Las y los diputados que votaron en contra o se abstuvieron de despenalizar el aborto han pasado a la historia del estado no sólo como traidores a las hidalguenses sino a todas las mexicanas.
Sólo deseo que otros Congresos no hagan lo mismo, que Hidalgo no haya abierto la caja de Pandora.
Lo digo con toda sinceridad, el voto que más me dolió fue el de mi amiga Corina Martínez, la última vez que platiqué con ella sobre el tema me aseguró que levantaría la mano a favor de la iniciativa. Pero, en fin. Le platicaba a mi terapeuta Magalli Piña Bedolla que el feminismo me ha dado sobre todo una gran comprensión de cómo somos las mujeres y eso me ha ayudado mucho a no guardar rencores.
Las mujeres, en una muy buena parte, responden a los intereses del sistema hegemónico, porque no conocen otra manera de ser, ni se atreven a ser de otra forma. Yo me defino como una prófuga de mi destino de mujer, ha tenido costos sociales para mí, pero está estrechamente ligado a mi plenitud y felicidad.
Por otra parte, las diputadas priistas me dejaron con la boca abierta, a diferencia de las morenistas del grupo universidad, quienes se sometieron a los deseos machistas de Gerardo Sosa y su grupo, que parecen barril sin fondo y sin llenadera, se nota que a la bancada del tricolor le dieron la libertad de votar en conciencia. Ni mencionar siquiera a los priistas que se abstuvieron o votaron en contra.
Sí, el PRI deja en libertad a sus representantes en el Congreso empezará a perfilar el camino del regreso a casa. No creo aún que las y los hidalguenses hayan perdonado a ese partido por tantos años de gobiernos corruptos y rateros ya que todavía tienen a Hidalgo en la lona y la actual administración no le ayuda en nada al tricolor.
Necesitan hacer más y simular menos, dejar a un lado sus intereses facciosos y poner en primer lugar a las mayorías, únicamente así tendrán futuro.
Y hablando de futuro, lo que pasó en el Congreso la semana anterior va más allá de haber traicionados los derechos humanos de las hidalguenses, planta además un panorama totalmente incierto para las y los votantes del estado.
¿Por quién votaremos en las elecciones del 2020?, sí los históricos grupos facciosos, los de siempre, están mostrando que sólo van por lo suyo, dejando a un lado el bienestar de la mayoría y además han secuestrado a los noveles partidos.
Sí las alimañas se están arrimando a Morena con su carita lavada, ¿a quién engañan? Lo cierto es que la mayoría de la clase política de Hidalgo quieren seguir contando con su tajada sin importarles si las y los demás comen o viven dignamente.
Y eso queridas y queridos me tiene realmente enojada, en vez de ir para adelante, vamos para atrás. Pero yo me voy a morir optimista, esta ha sido mi escafandra en los últimos años del México convulso.
Sigo creyendo en la gente buena, la que seguro hay en todos los partidos. Ellas y ellos van a lograr aislar a los voraces y traidores, no se dejarán embaucar y podrán retomar el rumbo de sus institutos políticos.
Es fácil saber quién miente y quién no, sólo tienen que ser más asertivos y consultar antecedentes, perfiles de quienes tienen aspiraciones políticas. Eso sí tenemos una responsabilidad todas y todosde que no lleguen a los puestos de decisión quienes solo buscan sus intereses personales y de grupo.
Acepten todo lo que les den y prometan, pero en las urnas voten a favor de ustedes mismos. En suma, que sólo lleguen quienes aman de verdad a Hidalgo y las y los hidalguenses. También es tiempo ya de que los partidos abran espacio a las feministas, que, en el Congreso, los asuntos de las mujeres las voten sólo las mujeres y quienes realmente quieran ser nuestros aliados.
En éstos tiempos, ¡Es momento de ser más derechos que nunca y más humanos que nunca!
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