Elda Montiel
SemMéxico. Ciudad de México. 02 de enero 2020.- El Senado de la República solicitó a la Profeco poner en marcha acciones que promuevan y protejan los derechos de las consumidoras ante las variaciones de los precios de productos dirigidos a mujeres y niñas, que llegan a tener hasta un 17 por ciento, más caros que los productos dirigidos a los hombres con la misma función.
Tal es el caso de la ropa, los servicios y productos financieros, y artículos de higiene personal en donde solo cambia el color de la etiqueta o el personaje de la marca. Es un, sobreprecio final para las consumidoras y no un impuesto como tal, lo cual causa desventaja frente a los hombres.
Es el llamado “impuesto rosa” o “pink tax”, que no es una práctica generalizada, pero se puede encontrar en algunos productos y servicios.
Si bien se reconoce, en el dictamen, que el margen de acción de la Procuraduría aun es limitado, se trata de propiciar la igualdad y seguridad jurídica en las relaciones entre proveedores y consumidores, a través del fortalecimiento del consumo inteligente.
En el estudio «Impuesto rosa: la utilidad no tiene color», elaborado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) los productos dirigidos a mujeres son hasta 17 por ciento más caros en comparación con los de los hombres, en artículos de igual función.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, (CONDUSEF) dio a conocer que también existe un sobre precio, en el ámbito de los servicios y productos financieros, específicamente en los seguros.
La desigualdad de precios en productos con la misma función, pero dirigidos para hombres y mujeres, también se da en países como Canadá, Estados Unidos y Colombia, con una diferencia que puede llegar a ser hasta de un 43 %, en contra de las mujeres.
En Canadá, la CBC News refirió que en 2016 y de acuerdo con un informe de la empresa Parse Hub las mujeres pagaron 43 % más que los hombres por productos de cuidado personal.
Mientras que, en Colombia, en los productos para hombres y mujeres se tiene un sobreprecio en contra de ellas de entre 5 y 20 por ciento en comparación a los precios de productos para caballeros.
En 2015, el Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York, Estados Unidos, estudió los precios de los productos vendidos a consumidoras mujeres y consumidores hombres y encontró una diferencia de 13 % más para productos de cuidado personal; y 8 % más para ropa para adultos.
En tanto, se detectó un 8 % más para productos para el cuidado de la salud en el hogar adultos mayores; 7% para juguetes y accesorios; y 4% más para ropa de niños.
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