Josefina Aguilar Pastor
SemMéxico. Chilpancingo, Guerrero, 18 de junio de 2020.- Falta una igualdad sustantiva y mucho por lograr en el tema, de la violencia política en contra de las mujeres por razón de género, en la que sí han avanzado mucho formalmente pero sustantivamente todavía no se logra, “lo cierto es que entre más mujeres llegan, más violencia se ejerce en contra de ellas, es más notable esta violencia”, reconocen expertas, durante el conversatorio, análisis de las reformas federales y locales en materia de violencia política contra las mujeres en razón de género”, organizado por el Instituto Electoral y Participación Ciudadana (IEPC),
En su carácter de consejero presidente del IEPC, J. Nazarín Vargas Armenta, dio la bienvenida, en la que sostuvo que dicho órgano electoral, han asumido el compromiso de trabajar para lograr la participación política de las mujeres en condiciones paritarias sobre todo en el ejercicio de sus derechos político electorales, libres de violencia, de ahí actividades como el conversatorio a desarrollar que indicó, tiene el propósito de enfatizar la importancia de las reformas tanto federal como local en materia de violencia política en contra de las mujeres en razón de género.
En el desarrollo del conversatorio, Karla Yanet Ortiz Gómez, académica y experta en estudios de la mujer, dijo que pareciera que pudieran meterse un balazo en el pie cuando se habla de violencia política por razón de género, porque se trata de un concepto más amplio, y pareciera que pudieran entrar manifestaciones o conceptos de parte de los hombres que pueden decir que ellos también pueden sufrir violencia política en ese espacio, sin embargo recalcó que se trata de un concepto de violencia contra las mujeres porque hay un delito de odio tras ese ejercicio de violencia contra las mujeres.
Esta violencia indicó, esta cruzada por roles y estereotipos que han sido asignados desde el sistema patriarcal relacionada con derechos humanos, implica un delito de odio porque se les pide o se les exige a las mujeres cuando llegan a ocupar cargos de alto mando, o cumplir con ciertos roles que estaban determinados por los partidos pero también por un orden de género para poder conducirse en la política.
“Si las mujeres sobresalen de este contexto que tiene que ver con la dualidad de buena mujer mala mujer en la política, las mujeres, llegan a ser sancionadas”, y explicó que las “buenas mujeres” tendrían que adaptarse a las exigencias del mando, es decir, las llamadas “mujeres florero”, que son las que ejecutan y obedecen, todo lo que viene de grandes cúpulas sin sentirse ni discriminadas ni violentadas y aceptan que estas son las reglas de la política.
En tanto que “la mala mujer”, se enfrenta a violencia física, verbal, económica porque rompen con el esquema tradicional, son las que no solo han entrado en este proceso de empoderamiento, sino que empatan su proceso de agencia, es decir, que se reconocen desde sus fortalezas y debilidades y que se van construyendo como sujetas políticas, lo que va en contra del sistema controlado por los hombres.
Recalcó que las mujeres “a golpe de sentencia” han venido ganando todos los derechos que se supondría desde 1947 cuentan al ganar el reconocimiento a nivel municipal de votar y ser votadas, “pues tendríamos que haber tenido la puerta directa, tener las mismas oportunidades que tienen los hombres en el espacio formal de la política para poder ejercer un cargo sin tener algún motivo, y sea de sanción o restricción para ejercer la toma de decisiones pero también para ejercer un concepto importante que es el poder”, y no ha ocurrido así.
Eva Barrientos Cepeda, Magistrada de la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación (TEPJF), sostuvo que falta una igualdad sustantiva falta mucho por lograr en este tema, reconoció que sí se ha avanzado mucho formalmente pero sustantivamente todavía no se logra esa igualdad, “lo cierto es que entre más mujeres llegan, más violencia se ejerce en contra de ellas, es más notable esta violencia”, recalcó.
Destacó la importancia de la reforma electoral aprobada el pasado 3 de abril de 2020, con la que reformaron 8 leyes, en las que se incluyen varias autoridades que tienen que garantizar los derechos de las mujeres, y se define el concepto de violencia política en contra de las mujeres en razón de género.
La magistrada también advirtió que hace falta mayor información hacia las mujeres para que conozcan realmente en qué consiste la violencia política, a que autoridades acudir, cómo interponer una denuncia o queja, pero sobre todo, orientarlas a no tener miedo, y atreverse a denunciar los hechos de violencia de que son objeto al interior de los partidos, al momento de su manifestar su aspiración por un cargo, así como cuando ya están en ejercicio del mismo.
La consejera electoral también del IEPC, Cinthya Citlalli Díaz Fuentes, quién fungió como moderadora, subrayó la importancia de “cambiar el chip” de que la violencia política es lo normal y como hacer esta transición del comportamiento de quienes están al frente de alguna intuición para garantizar que lleguen las mujeres a cargos de toma de decisión.