Federalismo convenenciero
*Natalia Vidales Rodríguez
SemMéxico. 19 de junio de 2020.- Muy interesadamente, cuando la autoridad federal – léase AMLO— “suelta” a los gobiernos de los estados, es para que carguen con los problemas; pero en relación con los beneficios de la división territorial local y de jurisdicción, ahí sí es muy celoso de la dependencia del centro ( en ese sentido la frase de que fuera de la capital del país todo es Cuautitlán, sigue vigente).
Por ejemplo, en materia de medidas sanitarias por el Covid-19, con que se restringe la libertad de movilidad de los ciudadanos y que desde luego no son nada populares, ahí la federación dispuso que cada estado, e incluso que cada municipio, las dictara por su cuenta, dejándolos solos, y relegando el hecho de que se trata de una Pandemia, es decir, de una enfermedad que no respeta fronteras…ni los colores de los semáforos que le pongan.
Por esa actitud convenenciera del “centro” del país -pese a que, conforme a la ciencia, el “centro” de un problema o de su solución puede estar en cualquier lugar del todo-, al Presidente de la República no le cayó nada bien que los nueve gobernadores emanados del PAN exigieran un trato más justo tanto del pastel fiscal , como a la hora de levantar los platos sucios.
Además del tema hacendario por una repartición justa del erario ( como es sabido, las localidades dependen en un 90% de las “participaciones” enviadas desde la federación) hicieron , en su pronunciamiento del lunes pasado, llamados al respeto a la pluralidad de las opiniones para que “no se satanicen o descalifiquen las tareas de la oposición y el ejercicio de contrapesos y equilibrios propios a una democracia». Ofrecieron “una ruta de cambio para mejorar y dar paso a un país unido, próspero y triunfador”; un envío a la población de que “no están solos; sí hay de otra” ante las demandas de acciones correctas ante la crisis sanitaria y económica “a la que puede conjuntarse una crisis humanitaria donde emerja la violencia y la ingobernabilidad: la República padece una asechanza a sus instituciones y a su democracia que no debe ser minimizada ni, menos aún, ignorada. México no puede desandar el camino del federalismo, de los contrapesos ni de la libertad. No hay lugar para el regreso a una suerte de república monárquica. Las familias mexicanas viven con preocupación, angustia, decepción y enojo. A todas ellas queremos decirles: ¡No están solos! ¡Sí hay de otra! Sí es posible evitar la ruina”.
Ante esas expresiones legítimas, el presidente la tomó personal, señalando que “ yo no me voy a dejar o no voy a permitir que se menosprecie, que se ningunee a la investidura presidencial, tiene que haber respeto”. Y su gobernador de Veracruz, ahí presente, lo secundó llamando “golpistas” a los gobernadores firmantes del pronunciamiento (que en ninguna parte pide la renuncia de AMLO, sino, por el contrario, el cabal ejercicio del mando), pese a que se trata de reclamos ya generalizados por los mexicanos a los cuales –en relación con el cambio del modelo fiscal actual que es injusto e inequitativo– se han sumado los mandatarios de otros partidos e incluso de MORENA, del que proviene el presidente.
De última hora, nos enteramos de la conformación de un contra-frente a favor del mandatario, integrado por MORENA, por el Partido del Trabajo y por el Verde Ecologista, como reacción a las demandas panistas y ante los convoyes del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENA), y sus exitosas caravanas ciudadanas de los fines de semana pasados; amén del descontento popular por el “mal gobierno”.
Es obvio que el presidente empieza a sentir pasos en la azotea y, lamentablemente, todo indica que en vez de recapacitar preferirá radicalizarse, en previsión de lo cual ha hecho toda clase de “migas” con las fuerzas armadas (contra las cuales, por cierto, ya se están preparando miles de amparos de ciudadanos para que los militares se regresen a sus cuarteles, antes que a las crisis sanitaria, económica, de inseguridad y de antidemocracia que padecemos, se sume la de soldados cargando contra la inconformidad popular).
Imagen.- Este meme del presidente ha cundido luego de que el mandatario, en vez de rectificar sus errores, se está radicalizando: a las críticas a su gobierno responde que no permitirá que se le menosprecie. Y avaló que el gobernador de Veracruz llamara “golpistas” a quienes no están del lado de AMLO. De plano: su actitud no mejora… sino empeora, tachando de enemigos a quienes le piden -con respeto, contrario a lo que él hace- componer el rumbo.