- Los hombres pasan encima de los acuerdos y leyes y “nos utilizan”
- Advierte que hay sectores en la sociedad a quienes no les gustan las mujeres como políticas
- 67 Aniversario del Voto universal de las mujeres
Georgina Cárdenas
SemMéxico, Cd. de México, 8 de octubre, 2020.- Múltiples han sido sus acciones y partidos. Fue diputada federal suplente. En 1997 diputada local en la Asamblea de Representantes del entonces Distrito Federal por el Parido Humanista. Es antigua activista universitaria, fue la primera presidenta de la Comisión de Equidad y Género en aquella asamblea. Antes en 1994 fue diputada federal suplente.
Su voz es clara. Las mujeres en la vida política, antes de la paridad, era compleja. Hoy no es muy diferente. Las e mujeres involucradas en la vida política del país se encuentra relativamente en el mismo rango que antes de 2014 –cuando se decretó la paridad electoral- , no sólo por el número. “Cuando yo fui diputada suplente en la Cámara era 15 por ciento diputadas y 85 por ciento hombres; en el Senado 12.5 por ciento de mujeres contra 87.5 por ciento e hombres en el Senado.
Lucero Márquez participó como conductora en ABC Radio con el programa espacio en Libertad (2001-2009) difundiendo tópicos sociales, económicos y de coyuntura política. Luego el programa la M en la Web, Un Pensamiento Libre, en la radio social Ventana Pública, divulgando temas de salud pública, derechos humanos, educación y el entorno socioeconómico del país. En 2007 fungió como Mayordoma del medio en el pueblo de Iztapalapa, Atlalilco, de la imagen de San Lucas Evangelista.
De esa época, considera que los contrastes, son parecidos. Numéricamente hay un avance importante en materia de paridad, ya no hay la diferencia porcentual tan abismal. Esto dice tiene una lectura muy clara: los puestos más cotizados en el poder legislativo siguen estando más al alcance de los hombres que de mujeres.
Tiene que ver con la organización de los partidos políticos, siguen eligiendo internamente a los candidatos y candidatas.” Reconozco que jurídicamente han existido esfuerzos para reducir la brecha de género en el ámbito político, como es el caso del acuerdo en materia de paridad de género para la postulación de diputadas y diputados”, en apego a normatividades internacionales se promueve y garantiza la paridad de postulaciones pero también es cierto que aun que este esfuerzo deriva de muchos años de lucha precedentes los grandes intelectuales políticos han ideado la manera de utilizar y minimizar la participación de la mujer por encima de acuerdos como lo son la paridad de género.
Para hacer más claro este fenómeno “me gustaría traer a colación un caso práctico, en 1997 la primera cuota de género se estableció como una sugerencia para los partidos pero no fue sino hasta 2003 que se hizo obligatoria, no obstante, para el 2009 los partidos cumplieron con el porcentaje de mujeres postuladas y dentro de las mujeres electas al menos 10 diputadas renunciaron al cargo para dar paso a su suplente, es decir, una mujer era electa, renunciaba y un hombre se quedaba con el cargo y por la similitud que existió con el caso Acosta – Brugada se les nombró “las juanitas”; después de esto el TRIFE decidió actuar y homologar el sexo de quienes se postulaban para candidatos o candidatas respetando el porcentaje de cuota de género.
Eso hace claro que en lo que respecta a cargos de elección popular en el legislativo el mensaje sigue siendo que los hombres ambicionan quedarse con los puestos, pero gracias a que muchas hemos levantado la voz se han logrado sentar las bases de una democracia para hacer efectiva la paridad de género aunque todavía falta mucho por avanzar.
¿Qué cambió y qué no?
Cambió la forma en la que los partidos eligen a sus candidatos y candidatas y aun que no precisamente por iniciativa propia sino por apegarse a la normatividad que ha desarrollado para visibilizar a las mujeres, sin embargo, considero que en general el papel de la mujer en la política no ha cambiado mucho. Hay que tener cuidado ya que entre la ciudadanía existen sectores que rechazan la idea de que una mujer sea su representante, lo mismo se replica en algunos partidos políticos que lo demuestran utilizando la imagen femenina solo como forma de cumplir las reglas y atraer votantes.
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