#25N: Las calles y la alegría nos pertenecen

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DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
  • Se manifiestan integrantes del Partido Revolucionario de las y los trabajadores (SECCIÓN MEXICANA DE LA IV INTERNACIONAL)
  • Advierten al Estado:  mientras nuestros derechos y vidas no se garanticen, seguiremos organizando la rabia en cada territorio

SemMéxico. Cd. de México. 25 de noviembre 2020.-Hoy 25 de noviembre de 2020, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, nos manifestamos de nuevo en las calles en medio de una pandemia que ha agudizado la crisis económica, social y ecológica en todo el mundo. Tenemos el indeclinable objetivo de seguir exigiendo con voces firmes y diversas que nuestras vidas importan y que ya no toleraremos más impunidad ni violencias patriarcales sobre nuestros cuerpos. 

Este año, las mujeres hemos irrumpido con fuerza en el espacio público mediante diversas protestas, como la movilización histórica del pasado 8 de marzo, y en las manifestaciones exigiendo justicia para las mujeres y familiares de víctimas de feminicidio y los paros en las instalaciones universitarias por la no solución a los casos de acoso y hostigamiento sexual. El movimiento feminista y amplio de mujeres ha seguido consolidando su presencia y reinventado las formas de expresarnos. La pandemia ha dificultado la articulación presencial, sin embargo, se han diseñado estrategias para accionar y ejercer el cuidado colectivo, ante la política misógina de un Estado que reprime y no garantiza que podamos tener vidas libres de violencia.

La pandemia ha puesto en evidencia las desigualdades estructurales que las mujeres hemos padecido y visibilizado durante siglos. En este contexto de confinamiento, el trabajo de cuidados invisibilizado y no remunerado que recae en nosotras ha incrementado notablemente, teniendo como consecuencias daños a nuestra salud física, psicológica y emocional. Asimismo, la precarización laboral se ha agudizado por los despidos masivos y restringidas condiciones laborales de máximo riesgo. Peor aún si consideramos que se carece de la seguridad social necesaria para salvaguardar nuestras vidas y la de las personas bajo nuestra responsabilidad o cuidado.

La crisis sanitaria por el coronavirus y las medidas tomadas por el gobierno pusieron de manifiesto que la violencia contra las mujeres es una problemática grave y urgente de atender. En particular, el confinamiento ha tenido serias implicaciones para las mujeres en situación de violencia, quienes se ven obligadas a convivir con sus agresores en el espacio privado, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus hijas e hijos. Además, las medidas que restringen la movilidad han limitado el acceso a métodos anticonceptivos teniendo como consecuencia embarazos no deseados y barreras para interrumpirlos de forma segura.

Las cifras de violencia contra las mujeres reportadas en lo que va del año por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) son alarmantes, y nos confirman la gravedad de la problemática, así como la ineficiencia de las instituciones para atenderla. De acuerdo con este organismo, de enero a septiembre de este año se han contabilizado 2,150 homicidios dolosos de mujeres, de los cuales 704 fueron feminicidios, en el mes de junio se reportaron 94 casos de feminicidio. Los estados de la república con más casos son: Estado de México (106), Veracruz (67), CDMX (55), Nuevo León (50), Puebla (40), Jalisco (39), Chihuahua (28), Morelos (28), Baja California (27) y Oaxaca (25). En estos nueve meses se han recibido 199,974 llamadas de emergencia relacionadas a la violencia contra las mujeres, siendo marzo el mes con el mayor número (26,171), fecha en la que iniciaron las medidas de confinamiento. Estas cifras son oficiales pero las organizaciones feministas las cuestionan ya que, por la dinámica de la violencia no todas las mujeres denuncian o cuentan redes de apoyo cercanas.

Para complementar estos datos y ante la negación por parte del gobierno federal, la Red Nacional de Refugios A.C. indica que en los primeros dos meses de confinamiento se incrementaron en un 50% las solicitudes de ingreso. El 100% de las mujeres que ingresaron fueron víctimas de violencia en el espacio privado y el 5% de los y las niñas sufrieron algún tipo de abuso sexual. En cuanto a los tipos de violencia, el 100% vivió violencia psicológica, el 49.47% física, el  43.37% económica, el 17.62% sexual y el 4% intentos de feminicidio. Estas cifras indican que la vida de las mujeres se vio transgredida por las múltiples violencias que se viven cotidianamente y por parte de sus parejas, familiares varones y desconocidos.  El Estado perpetúa esta violencia, al obstaculizar el proceso de denuncia y de justicia restaurativa e integral con perspectiva de género al que tenemos derecho las mujeres y niñas por acuerdos internacionales.

Aún con estos datos que revelan la gravedad de la condición específica de las mujeres y las desigualdades que vivimos, el gobierno de la Cuarta Transformación se niega a reconocer que las medidas tomadas no están garantizando vidas libres de violencia. Por el contrario, se han desarrollado acciones y un ambiente de criminalización y represión de las legítimas protestas, denuncias y demandas, en el contexto de la pandemia. Lo anterior se suma a la política de recortes presupuestales a los programas que atienden la violencia contra las mujeres, como el caso de los refugios para mujeres que están viviendo situaciones críticas y peligran sus vidas, y las Casas de la Mujer Indígena (CAMI), que enfrentan un recorte del 75%. Estas medidas de austeridad ante la contingencia sanitaria confirman que para el gobierno de la 4T nuestras vidas no valen.

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres queremos advertir al Estado que mientras nuestros derechos y vidas no se garanticen, seguiremos organizando la rabia en cada territorio. Continuaremos haciendo frente a la ofensiva feminicida a partir de la articulación diversa, independiente y autónoma que pone en el centro la defensa de la vida de las niñas, adolescentes y mujeres de México. Queremos decir con voces fuertes que ¡nunca más un México sin nosotras! y que jamás volverán a tener la comodidad de nuestros silencios. A las compañeras que nos hemos encontrado codo a codo en las calles, asambleas y redes de acompañamiento, queremos decirles que juntas, organizadas y defendiendo la alegría somos más fuertes para continuar haciendo frente a este sistema capitalista y patriarcal que consume nuestras vidas y que lo vamos a tirar. Hemos demostrado que podemos inventar y crear alternativas para seguir articuladas a pesar del distanciamiento social.

Es necesario no olvidar el origen del 25 noviembre, propuesto en el Primer Encuentro Latinoamericano y del Caribe celebrado en Colombia en el año 1981, en honor a las hermanas Mirabal asesinadas en 1960 por la dictadura de Rafael Trujillo.

El movimiento feminista continúa enfrentando la represión. El 9 de noviembre en Cancún en donde se usaron armas de fuego para dispersar la manifestación. Se ha usado la fuerza pública en contra de las mujeres en los últimos meses en diversas ciudades del país, como en Acatlán, Guanajuato, León, Ciudad Juárez, Culiacán, Ecatepec, CDMX, Tijuana, Xalapa. Cuautitlán y Oaxaca. Tal saña por parte del Estado evidencia que el ascenso del movimiento feminista en su amplia diversidad es una de las principales fuerzas de oposición independiente del gobierno.

Desde el Partido Revolucionario de las y los Trabajadores exigimos un alto a todas las violencias contra las mujeres y niñas y medidas urgentes para atenderla. También responsabilizamos a los gobiernos federal y estatales por la violación a los derechos humanos en las manifestaciones simbólicas o masivas que se hayan convocado el día de hoy en los distintos territorios. También hacemos el llamado a las y los compañeros de organizaciones a no reproducir violencias contra las mujeres y a trabajar en procesos de construcción de relaciones igualitarias, sin sexismo y de reconocimiento a nuestras diferencias. No daremos marcha atrás, caminamos hacia un horizonte por otro mundo posible, diverso, feminista, ecosocialista, antirracista e internacionalista.

¡Vivas y libres nos queremos!

¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos!

¡Aborto legal, seguro y gratuito en todo México y América Latina!

¡Sin nosotras no hay revolución!

PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LAS Y LOS TRABAJADORES

SECCIÓN MEXICANA DE LA IV INTERNACIONAL

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