Coordenada
Guadalupe Ramos Ponce
SemMéxico. Jalisco. 27 de noviembre 2020.- Ningún país puede aspirar a ser una sociedad plenamente democrática mientras persistan la desigualdad, la discriminación, y la violencia contra las mujeres. Lamentablemente, en Jalisco la violencia feminicida sigue siendo una herida que lastima no sólo el tejido social sino también la dignidad de las niñas y mujeres asesinadas y de sus familias. Este es el escenario de violencia de género y feminicida en México en 2020 durante los primeros cinco meses de la contingencia, es decir, de marzo a julio de este año: 21,292 delitos sexuales, específicamente: 6,440 violaciones sexuales; 8,762 abusos sexuales; 2,189 acosos; 707 hostigamientos sexuales; entre otros, de acuerdo a datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). 550 casos de mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas, lo que representa el 41% de las personas desaparecidas a nivel nacional, de acuerdo al registro de la Comisión Nacional de Búsqueda. 90,279 casos de violencia familiar fueron registrados también por el SESNSP. De marzo a julio, el SESNSP documentó que 1,580 mujeres han sido asesinadas, solo 384 casos se están investigando como feminicidio. La Red Nacional de Refugios ha registrado 8,123 llamadas telefónicas y mensajes en redes sociales de personas solicitando apoyo ante situaciones de violencias machistas y ha canalizado a sus 69 espacios de prevención, atención y protección a 15,180 mujeres, niñas y niños víctimas de violencias, lo que representa un incremento del 71% de personas atendidas en comparación al 2019. En Jalisco se encuentran desaparecidas 1350 niñas y mujeres a la Fecha y han sido asesinadas 230 mujeres de enero a la noviembre. El Feminicidio es un instrumento represivo que afecta a las mujeres y a toda la sociedad. Agredir a las mujeres por ser mujeres implica paralizar el funcionamiento del país, rompe el tejido social, instala el miedo en las relaciones cotidianas y la desconfianza hacia el estado. Los monumentos sirven para tener el recuerdo de hechos memorables; los antimonumentos sirven para que no olvidemos las injusticias, los crímenes y las tragedias humanas. Una antimonumenta es un reclamo al Estado, al gobierno, a la sociedad. Es un recuerdo constante de las deudas pendientes que tiene el Estado para con las Mujeres. Con la instalación de la Antimonumenta en Jalisco, otra vez las familias y las víctimas hacen una exigencia al estado para que garantice una vida libre de violencia para las niñas y mujeres y pare la violencia feminicida. Este 25 de noviembre de 2020, las familias víctimas de feminicidios acompañadas de colectivos feministas como la Red Yo Voy 8 de marzo instalaron en la plaza de armas la antimonumenta de feminicidios y renombraron la plaza como “Imelda Virgen” lo que será el permanente recuerdo de sus exigencias de justicia, pero sobre todo, nos recuerda la esperanza para que las niñas y mujeres del estado puedan volver a caminar sin miedo, participar del acceso a la justicia, sonreírle al mundo y gozar de la vida en las casas, las calles, la escuela, el trabajo y en todos los espacios públicos y privados.
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