En los primeros nueve meses de la pandemia la muerte materna aumentó 46%

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  • Durante los primeros 6 meses de 2020  las  consultas prenatales disminuyeron 44%
  • La situación más grave entre las más pobres impactadas por el cierre de las Camis
  • Imposible la atención en el sector público que no quiso parteras tradicionales

 Sara Lovera

SemMéxico. Cd. de México. 01 de diciembre 2020.- En los últimos nueve meses, por  la contingencia sanitaria por coronavirus, la tasa de fallecimientos de mujeres embarazadas, durante y después del parto, aumentó  46 por ciento, respecto al mismo periodo del 2019.  Al 23 de noviembre el reporte semanal epidemiológico de la Secretaría de Salud informa de 836 fallecimientos acumulados,  por Covid 19 es más de la quinta parte y  la segunda causa de MM.

 Apenas el 14 de septiembre SemMéxico informó que se había llegado a 632 fallecimientos en razón de mortalidad materna, con un aumento de 30 por ciento en razón de COVID-19 y en dos meses esta desgracia siguió creciendo, principalmente en las zonas más pobres y las entidades como  la Ciudad de México.

Sólo comparando octubre 2019 con octubre de 2020, el informe oficial de la Secretaría de Salud, dijo que se registraron 783 defunciones acumuladas, en tanto que para el mismo corte de 2019 se registraron 612 defunciones. Lo que, hace 4 semanas representaba ya  un incremento de 171 defunciones o sea 27.9 por ciento. En un mes se llegó a 836, precisamente con el crecimiento de contagios y muertes por la pandemia.

Ahora, en noviembre  mueren 3 mujeres al día, por  embarazo o  puerperio, con lo que   México retrocedió casi una década  en  la estrategia exitosa para reducir  la mortalidad materna hasta 2018; así  en los  primeros once  meses del 2020 no operó el anunció de que la atención a las mujeres embarazadas sería  una prioridad, además  no fue sino hasta octubre que la Secretaría de Salud renovó su manual de procedimientos para atender la muerte materna, y ahí no menciona qué hacer frente al SARS-Cov-2.

Esta conclusión se basa en el seguimiento de Graciela Freyrmut que dirige el Observatorio de Mortalidad Materna, en el reporte epidemiológico de las semanas 47  y 48, éste  del 23 de noviembre de la Secretaría de Salud y datos comparativos de esos informes de 2010 a la fecha.

Gráfica: Secretaría de Salud

El informe epidemiológico de la semana 47 de este año, señala que las entidades con más defunciones maternas  son: Estado de México, Chiapas,   Veracruz, Jalisco y Guerrero.  En conjunto suman 38.9 por ciento de las defunciones registradas. La razón de mortalidad materna calculada es de 42.2  defunciones por cada 100 mil nacimientos, antes, hasta 2018 se había bajado a 30.9.

Entre 2010 y 2018 la muerte materna pasó de 990 casos a 590, no obstante desde 2019, durante la administración de la 4T se disparó a 690;  en septiembre hubo una ligera disminución, para reportar 613, pero en octubre llegó a 836,  223 casos en dos meses, a pesar de la intención de la SS de atender a parturientas y embarazadas de manera prioritaria, por recomendaciones nacionales e internacionales. Hoy  la segunda causa de MM es por Covid-19; se suman a ellos  24 casos por  análisis no confirmados a Covid-19, lo que podría significar que habría 864 casos realmente.

Ello es resultado de que la pandemia de COVID-19 ha incrementado otros problemas sanitarios. La atención médica está centrada en dar respuesta a la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, por lo que muchas veces se descuidan otras áreas de la salud que necesitan atención  urgente.

Según los análisis del Observatorio durante los esfuerzos de casi 20 años por disminuir la MM, tras la reconversión del Sistema de Salud que hace un año anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, revirtió la tendencia. Y en sólo 9 meses se retrocedió casi una década.

El estudio realizado por el Observatorio Género y COVID-19 en México, consultado para esta información  señala que sólo una de cada cinco defunciones puede atribuirse a la enfermedad de coronavirus, mientras que el resto son ocasionadas por las causas tradicionales de muerte, como padecimientos hipertensivos o la hemorragia obstétrica, que en México sólo se dan en las mujeres más pobres y sin acceso médico oportuno.

Al cierre de 2019, las dos causas más comunes tenían  una reducción de 20 y 10 por ciento, pero  ahora registran aumentos del 29% y el 25 por ciento.

La investigación del observatorio para el  aumento de muerte materna pueden ser las dificultades que tienen  las mujeres para acceder a atención médica

De acuerdo con los reportes epidemiológicos  de la Secretaría de Salud (SSa), a principios de octubre, 149 mujeres embarazadas murieron a causa de COVID-19, pero hay otras 528 que fallecieron por causas distintas. Adicionalmente se reportaron 27 muertes maternas que no resultaron positivas al virus SARS-CoV-2, por lo que siguen siendo defunciones sin causa específica.

Además en octubre  la Secretaría de Salud notificó  de la muerte de tres mujeres embarazadas migrantes, provenientes de Guatemala; dos ocurrieron en Chiapas y una en Campeche.

Una primera explicación se atribuye a la falta de atención y miedo a contagiarse de la enfermedad. David Meléndez, secretario técnico del Comité por una Maternidad Segura,  entrevistado en abril y mayo por SemMéxico dijo  que desde el comienzo de la pandemia, varias organizaciones advirtieron a los encargados de Salud, que el aumento de muertes en mujeres embarazadas se explica por las dificultades para  acceder a atención médica durante la contingencia sanitaria por coronavirus, la reconversión de hospitales, la omisión para aprovechar el parto en casa con parteras independientes o tradicionales que apoyan tanto cuidado prenatales como partos.

Cómo es público y documentado los  servicios de salud se redujeron en muchos lugares y las mujeres ya no van. Las mujeres embarazadas son las más olvidadas de los olvidados. Durante la pandemia por coronavirus, mujeres en zonas rurales han tenido más dificultades para acceder a atención médica oportuna para recibir cuidados prenatales y después del parto, como informó la Red de Casas para la Mujer Indígena y Afromexicanas CAMIS, al denunciar la reducción de recursos para la sobrevivencia de 34 CAMIS.  

Durante la pandemia por coronavirus, mujeres en zonas rurales han tenido más dificultades para médica oportuna para recibir cuidados prenatales y después del parto (Foto: EFE)

Con base en los datos del Observatorio, cuyo último reporte es del 23 de noviembre,  el número de consultas prenatales en el sector público presentó un decremento de 44 por ciento  en el primer semestre del año, en comparación con 2019.

“Mientras que en el primer semestre de ese año se dieron 4.7 millones de consultas a mujeres embarazadas, para el mismo periodo de 2020 fueron solo 2.6 millones.”, según las indagaciones del el Observatorio Género y COVID-19.

Y no obstante las informaciones oficiales para atender a las más pobres, la situación ha empeorado para las mujeres que habitan en sitios con carencias en atención médica. En la zona cafetalera de Chiapas, por ejemplo las embarazadas  deben esperar hasta cinco horas en una ambulancia para encontrar a un médico que las ayude a parir.

“En los centros de salud la atención está muy rezagada, si antes (de la pandemia) no se hacía, ahora menos, las mujeres tienen un desconocimiento total sobre la atención del parto, sobre las complicaciones, llegan con nosotros sin (estudios de) laboratorio, sin ultrasonido, sin nada que nos dé una base para la atención oportuna, sin poder anticiparnos a advertir factores de riesgo”, dijo Fabiola Ortiz a los investigadores, quien hasta hace unas semanas trabajaba como partera en la Casa Materna de Jaltenango, en Chiapas.

No obstante, las zonas rurales no son las únicas en donde se presentan este tipo de problemas. Paola López tuvo que buscar a una partera para poder dar a luz a su hijo. A unas semanas de parir, la clínica del IMSS en Ecatepec en donde le daban seguimiento a su embarazo, dejó de dar consultas.

La semana epidemiológica 48, con datos parciales informa que la razón de mortalidad materna calculada es de 45.2 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados, lo que representa un incremento del 35.6% en la razón respecto a la misma semana epidemiológica del año anterior.

Y afirma que las  principales causas de defunción son COVID-19, con 177 muerte representando el 21.2 por ciento de las  defunciones confirmadas; la primera, por hemorragia obstétrica 18.2 por ciento, muy ligada al aborto inducido;  por hipertensión, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el puerperio 16.7 por ciento; probable COVID-19 con 45 muertes, el 5.4 por ciento, dice la información oficial que de esta  39 tuvo n prueba negativa a COVID-19 (descartadas) y 6 en proceso de clasificación.   Las entidades con más defunciones maternas son: Edo. de México con 106, Chiapas 57, Jalisco 47, Puebla 42 y CDMX con 40.

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