Lupita Ramos Ponce
SemMéxico. Jalisco. 12 de febrero de 2021.- En el Ayuntamiento de Tototlán no solo acosan, hostigan y ejercen violencia institucional y laboral, sino que además también son lesbofóbicos.
El 03 de mayo del año 2019 personal del ayuntamiento decidió hacer una comida en el campo municipal ubicado en la calle Enrique Álvarez del Castillo #15, Tototlán con motivo del día del albañil.
Después de que se terminara la comida y el convivio, se quedaron en el lugar diversos funcionarios, entre ellos el Contralor Municipal; el Auxiliar de contraloría, el Director de Deportes; el encargado de Desarrollo Urbano y la funcionaria que vivió actos de lesbofobia y agresión.
Según relata la afectada, durante la tarde y parte de la noche comenzaaron a hablar sobre diversos temas, entre estos, de los partidos políticos, quiénes podrían ser los próximos candidatos a presidente, quiénes serían los candidatos, cuántas posibilidades tenían los partidos políticos de las próximas elecciones, también hablaron de fútbol, del trabajo, religión y sobre temas de preferencias sexuales.
Cuando llegaron a ese tema, algunos de los funcionarios presentes comenzaron a cuestionar a la funcionaria violentada sobre su preferencia sexual, a lo que ella respondió que sí, que era lesbiana y que no tenía ningún problema en decirlo y a partir de ese momento comenzaron a realizar comentarios ofensivos como: es antinatural, es pecado, no viene en la Biblia, te hace falta un buen hombre; a lo que respondió que tenía muchos años con su pareja y que vivía libremente su amor por las mujeres y no tenía vergüenza de asumirse lesbiana y decirlo abiertamente.
Como todos los hombres lesbofóbicos le dijeron: “que respetaban pero que no estaban de acuerdo con las personas homosexuales”, así continuaron con agresiones verbales que fueron subiendo de nivel hasta que Gerardo Zúñiga Gutiérrez, el entonces Auxiliar de Reglamentos del Municipio de Tototlán, se levanta ebrio de su silla y de la nada por la espalda le da un puñetazo en la cara a la funcionaria y la tumba de un golpe al suelo.
El agresor alegaba que la víctima lo había ofendido al decir abiertamente que era lesbiana, sin embargo, el resto de funcionarios presentes no hicieron nada, no lo reprendieron, ni impidieron las agresiones verbales y físicas.
Después de estos hechos, la aafectada tuvo que ir a terapias psicológica por alrededor de 3 meses y por cuestiones económicas y de tiempo dejo de ir, , duró meses saliendo a la calle con miedo y temor de encontrarse a su agresor y que volviera a agredirla, ya que si se había atrevido a golpearla delante de la gente sin que tuviera consecuncias, temía que la agrediera de nuevo.
En octubre del mismo año, la afectada fue despedida de su trabajo de manera injustificada sin que nunca se iniciara procedimiento en contra de su agresor, quien fue liquidado y le siguieron pagando durante dos meses más después de los hechos y su despido, lo cual deja claro que no fue un despido como tal, no tuvo un castigo, no hubo justicia ni sanción alguna.
Las violencias perpetradas en contra de la víctima,no solo afectaron su integridad física y emocional, sino restringieron su desarrollo individual, político y social debido a lasgraves omisiones en la atención de la violencia en su contra y también las consecuencias económicas al ser ella la que fue despedida injustificadamente.
Se siguen acumulando las denuncias en contra de este Ayuntamiento Misógino, machista y lesbofófico. Como sociedad no debemos permitir que casos como este se repitan. Desde aquí mi solidaridad con AL para que sus derchos humanos violentados sean castigados y ella obtenga la reparación integral del daño, que incluya el respeto pleno a su persona y a su dignidad.
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