- El Gobierno indiferente y omiso, desarticulado y negligente, 3 de cada 42 víctimas intentaron inútilmente atención oficial
- Exigen a los gobiernos y a partidos políticos pasar de los discursos a los hechos y no sólo aprovechar la coyuntura electoral
Sara Lovera
SemMéxico, Cd. de México, 21 de abril, 2021.- En los primeros tres meses de 2021 se incrementaron en 69 por ciento las llamadas de auxilio de las mujeres a los Refugios para mujeres violentadas, lo que anuncia que este año será tanto o más violento que el pasado, se recibieron 40 llamadas diariamente, 5 de cada cien vivieron intentos de feminicidio, afirmó en una comunicación oficial la Red Nacional de Refugios RNR.
Demandan urgentemente acciones, no más simulación, al gobierno en turno, a los gobiernos estatales, a los partidos políticos. Los llaman a mirar todo el horizonte de los derechos humanos de las mujeres y no ocuparse solamente en la coyuntura electoral. Les exigen garantías de acceso a la justicia integral, reparación del daño, respecto al ejercicio ciudadano de a todas, como fortalecimiento de los refugios de la sociedad civil, claramente en la primera línea de atención a las víctimas, luego de la amenaza de centralización que hizo Olga Sánchez Cordero, de Segob, hace 12 días.
La información y testimonios de las víctimas, muestran a la RNR que las acciones del Gobierno de México para prevenir, atender y erradicar las violencias contra las mujeres e infancias han sido precarias y desarticuladas, 3 de cada 42 mujeres que entendió la RNR, ya habían, inútilmente, solicitado apoyo a las instituciones gubernamentales.
Detalla que por las llamadas de auxilio y apoyo de los refugios, entre enero y marzo la RNR atendió 10 mil 208 personas, aumento de 35 por ciento más que en 2020, mujeres, niñas y niños que recibieron atención y protección dentro de los Refugios, las Casas de Emergencia y de Transición.
Las llamadas de auxilio a las líneas de atención y orientación con relación al año pasado crecieron 69 por ciento.
Las entidades donde aumentaron las solicitudes de apoyo fueron la Ciudad de México con 25.30 por ciento de los casos; Estado de México con 24.92 por ciento y Puebla con el 4.10 por ciento, es decir las zonas metropolitanas, donde las mujeres tienen mayor acceso a las redes sociales, líneas telefónicas y servicios de internet, medios para pedir apoyo.
La RNR sostiene que esos datos muestran que las violencias y la impunidad no respetan límites territoriales y el machismo se extiende por todo el país.
Destaca la información de balance de las actividades de la RNR más de la cuarta parte de los casos, 28 por ciento -donde el 90 por ciento las agresiones vienen de sus parejas- los perpetradores contaban con antecedentes penales por delitos como secuestro, narcotráfico, trata de personas, lavado de dinero, entre otros. Lo que refleja el grado de impunidad del sistema de justicia en México.
Así lo dice un testimonio: “Se necesita protección, porque las autoridades no la dan, aunque te pongan una orden de restricción, esa persona les da un poco de dinero a los policías y se van. Realmente la protección no la tuve, sentí mucho miedo de que me pudiera quitar a mis hijos, a que me pegara, a un balazo, miedo a que nos subiera en un carro y no saber de nosotros y no tener las autoridades de tu parte para que ayuden y te apoyen” [sic]
El último año, desde que apareció el COVID-19 es claro que las acciones del Gobierno de México han sido precarias y desarticuladas, reflejo de ello son no solo los incrementos de violencias sino también las voces testimoniales de cientos de mujeres que acompañaron las mujeres de la RNR.
También son reflejo de la realidad que se vive en México: las mujeres deben enfrentar además de la pandemia por COVID-19, las violencias machistas contra ellas y en su caso, sus hijas e hijos, a la impunidad y las violencias institucionales cada que buscan acceder a la justicia y seguridad.
Así los primeros tres meses de este año se comunicaron 40 mujeres diariamente para pedir apoyo ante situaciones de violencias que ponen en peligro su vida.
El 61 por ciento de las mujeres que se comunicaron a la RNR sufrieron violencia psicológica, el 39.25 ciento física, 15 por ciento sexual y 13.17 por ciento manifestaron sufrir todos los tipos de agresiones. Tan sólo en el mes de marzo 5 de cada 100 mujeres reportaron haber sufrido intentos de feminicidio.
Se ratificó que el 90 por ciento de los casos el agresor de las mujeres fue su pareja, esposo o expareja. Preocupa que el 28 por ciento de los agresores tenían antecedentes penales por delitos como secuestro, narcotráfico, trata de personas, lavado de dinero.
Lo más grave es que, en esos casos, las mujeres estaban impedidas a solicitar apoyo a las autoridades porque el 19 por ciento de sus violentadores contaban con vínculos militares o políticos, ello las limita acceder a servicios de atención y protección, sobre todo por la corrupción y arbitrariedades de las autoridades como lo refleja el siguiente testimonio de una de las mujeres residentes de Refugio:
“Se necesita protección, porque las autoridades no la dan, aunque te pongan una orden de restricción, esa persona les da un poco de dinero a los policías y se van. Realmente la protección no la tuve, sentí mucho miedo de que me pudiera quitar a mis hijos, a que me pegara, a un balazo, miedo a que nos subiera en un carro y no saber de nosotros y no tener las autoridades de tu parte para que ayuden y te apoyen” [sic]
Niños y niñas
Este balance reafirma que lamentablemente las infancias no están seguras en los hogares mexicanos, las violencias machistas también se perpetran en su contra, vulnerando sus derechos humanos y afectando su pleno desarrollo.
El seguimiento indica que el 26 por ciento de las hijas e hijos de las víctimas que solicitaron apoyo a la RNR informaron haber vivido violencias durante el confinamiento, tres de cada 10 niñas y niños fueron violentados física y psicológicamente, dos de cada 10 vivieron violencia económica y cinco de cada 100 sufrieron abuso sexual.
No quería dejarme salir a trabajar porque siempre me minimizó y nunca le agradaba nada de lo que yo hacía, no me quería dejar salir por celos y decía que el lugar de la mujer era siempre en la casa. Al beber llegaba a golpearme y a mi hijo el mayor…Me encerraba en el cuarto con los niños para protegerlos, para cuidarlos dormía con mis hijos, dejé de dormir con él porque pasaba violencia sexual” [sic]
Gobierno Omiso
La RNR – amenazada hace poco con desaparecer según dijo la Secretaria de Gobernación – comenta que el gobierno y sus dependencias son indiferentes y omisos ante las violencias contra las mujeres.
Los datos son incuestionables: de enero a marzo tres de cada 42 mujeres que recibieron acompañamiento de la RNR ya habían pedido apoyo institucional, sin embargo, no habían recibido la atención necesaria, “lo que refleja la incapacidad del gobierno para garantizar la vida y seguridad de las mujeres, niñas y adolescentes.
El siguiente testimonio es una muestra clara de la revictimización y la falta de estrategias articuladas:
“La policía me llevó a una delegación para levantar una denuncia, en ese momento no me toman la denuncia y me enviaron a otra oficina y tampoco me reciben la denuncia, me dicen que no es ahí, eso me iba frustrando. Me armé de valor y les dije: Yo quiero mi denuncia en este momento… Por eso muchas mujeres no denuncian, porque sienten que no les hacen caso, sienten que están abandonadas por su gobierno. Te das cuenta que si tú no salvas tu vida nadie lo hará por ti. Yo recurrí a la justicia y no pasó nada” [sic]
Ahora por estas circunstancias, que acusan una línea en crecimiento de las violencias machistas en situación sanitaria difícil y confinamiento, la a Red Nacional de Refugios A.C. llamó urgentemente al Estado mexicano, a todos los partidos políticos, a no mirar solamente la coyuntura electoral. Necesitan ver a las mujeres en todas sus diversidades y etapas de vida, que ello sea el centro de su agenda, que extirpen el patriarcado y la impunidad de cada una de sus instituciones.
Reiteraron su exigencia al gobierno en turno y a las 32 entidades federativas para que pongan en marcha acciones afirmativas que garanticen a todas las mujeres el acceso a la justicia integral y reparación del daño, el ejercicio de su ciudadanía y todos sus derechos humanos. Eso advierten significa fortalecer los espacios de protección y atención de las Organizaciones de la Sociedad Civil, quienes han estado en la primera línea de atención durante la doble pandemia.
Sentencian que “queremos hechos no discursos, México necesita que la agenda, las acciones y el presupuesto reflejen los discursos sobre el compromiso con la igualdad y por lo tanto, con el derecho a una vida libre de violencias para todas las mujeres y niñas”.