Si nada de esto sucedió en cuatro años y, por el contrario, empeoró, tampoco nada garantiza que puedan cambiar las cosas en los próximos seis años. Paradójico.
A más de un año que inicie apenas la organización de la elección presidencial -septiembre de 2023-, técnicamente, no hay candidatos ni propuestas, aunque curiosamente, sí hay campañas. Y en Morena.