Y cuando calmó la tormenta de fétidas aguas de la mar del escándalo y la ignominia que tiene tufo de tongo propagandístico, nadie sabía, nadie sabe, nadie supo.
A dos hombres clave del Presidente se les hizo bolas el engrudo y generaron una crisis de comunicación social que trasciende al nivel político merced a su evidente inexperiencia frente a una situación que debió atenderse sin mayor complicación.
Cuando llegamos al Vado de Aguas Blancas en la lluviosa mañana del sábado 29 de junio de 1996, estaba fresca la renuncia del gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa, presentada el 11 de marzo de ese año.
Y la victimización como mecanismo de la politiquería, la propaganda del dueño del poder que hoy se asume débil frente al opositor al que, en campaña permanente, ha descalificado e insultado desde el púlpito nacional.
Miserables que así buscan el voto y demuestran ser peores que los de antes. Ellos y ella, por ejemplo, que a la desgracia en la Línea 12 del Metro le encontró animadversión de las y los opositores
Usted sabe que el mexicanismo, en su mejor acepción se refiere a una persona experimentada y astuta, pero igual a la que es tenaz, eficiente. Vaya, muy cabrona en su profesión, sus tareas.
Era miércoles 5 de diciembre de 2018. Apenas balbuceaba sus primeras palabras el naciente gobierno cuya bandera, con la que arrasó en la elección presidencial, se alzaba en el combate a la corrupción.