Las elecciones del pasado 5 de junio nos dejaron boquiabiertos. Todos creímos que la alianza Va por México tenía muchas posibilidades. Imaginábamos que la derrota no sería tan aparatosa, pero lo fue.
Iniciada la semana, a Su alteza Serenísima se le iluminó la mirada y por poco grita de alegría cuando, junto con el gerente del corporativo Morena, Mario Delgado, exultante saboreó el triunfo dominical en las urnas.
“¡Claro que hay tiro! Y vamos por la presidencia y la mayoría de las posiciones electorales de 2023 y 2024” afirmaron ayer Marko Cortés del PAN, Alejandro Moreno del PRI y Jesús Zambrano del PRD.
Durante los pasados 3 días e escuchado y leído sobre el “desastre” casi terminal que enfrenta -según no pocos-, la Alianza Va por México formada por PAN, PRI y PRD.
Ya pasaron cuatro años de ese día trágico, un día que quienes te queremos jamás podremos olvidar igual que tú: 2 de junio 2018, una fecha que se quedó tatuada en nuestra alma.
Aún tengo fresca en mi memoria cuando en el año de 2007, fuimos convocadas a una reunión a nivel nacional diversas organizaciones de la sociedad civil y mujeres defensoras de los derechos humanos, para discutir y reflexionar respecto de una problemática que hasta ese momento parecía que sucedía solo en Ciudad Juárez.
Luego de que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador recordara antier que el mismo abrió el proceso de su sucesión hace un año, y que por lo tanto no hace falta que la dirigencia de Morena lo arranque de nuevo