La nueva gobernadora de Chihuahua tiene el reto de gobernar un estado que, a pesar de los avances en materia de género, aún mantiene altos índices de violencia contra mujeres
De manera burda, sin el más mínimo escrúpulo, Maru Campos Galván está presionando para llegar “limpia” a la gubernatura de Chihuahua. Busca que desaparezcan, como por arte de magia, los dos procesos penales que tiene en su contra.