Citlalli del Carmen Santoyo Ramos
SemMéxico, Guadalajara, Jalisco, 30 de octubre, 2022.- Durante el transcurso de esta semana, en nuestro estado –Jalisco-, fueron detenidos y vinculados a proceso, dos femenicidas, uno de ellos, cometió hace siete años el crimen de asesinar a Gaby, una joven que le dijo NO ante las numerosas ocasiones que este le pidió que fuera su novia; por otro lado, desde hace un año la familia de Chayito había clamado justicia por su asesinato, el cual sucedió a manos de quien fuera su pareja y padre del hijo que llevaba en su vientre y de su pequeña hija de tres años, quien atestiguo los hechos.
Las familias de Gaby y Chayito han tenido que esperar 7 años y 365 días respectivamente, para comenzar a apreciar un poco de justicia, porque la captura de los responsables es apenas el comienzo de un proceso largo que las familias tienen que recorrer, el cual, suele ser un camino sinuoso con tropiezos y dificultades, empezando por aquellas que impidieron no haber podido acceder a la justicia inmediatamente, aun cuando la inmediatez es una característica del principio de oficiosidad en la debida diligencia que las autoridades deben seguir, para que la justicia precisamente sea como se suele decir: pronta y expedita.
Sin embargo, ¿Qué implica el acceso a la justicia?, si bien, la captura de los responsables, es un gran logro que debe reconocerse, lo cierto es que ahí no se termina la obtención de justicia, ¿Qué es la justicia?, ¿Cuál es su fin último?, ¿es el castigo por desafiar las leyes? o ¿es el castigo por el mal o daño causado cuyo bien protegía alguna ley?, ¿o ambas?, ¿es la reparación por ese mal o daño que se infligió?, ¿Qué es reparar?
La satisfacción o reparación del daño ha tenido un papel solo en el papel, que de entrada solo se centra en los aspectos económicos y psicológicos, si es que llegan a materializarse; sin embargo, hablar de reparación del daño es ir más allá del dinero.
En las tendencias actuales, acorde a los estándares de derecho internacional se refiere a la reparación integral del daño, a la restauración, a “regresar en medida de lo posible al estado en el que se encontraba”, lo cual es evidente que en los casos en que se ha arrebatado la vida a una mujer, se torna imposible.
Sin embargo, existente otra serie de dimensiones que la reparación integral debería de contemplar en las esferas, individual, colectiva, material, moral y simbólica.
En este sentido, ¿De qué manera existe la posibilidad o posibilidades de la restauración?, ¿de qué manera afrontamos las heridas y las sanamos de manera cabal en media de lo posible?, los daños no solo son para las personas que los viven directamente sino para quienes dañan a través de sus acciones y para la sociedad en su conjunto.
No solo se trata de capturar personas que han cometido el delito de feminicidio, sino que aún queda una gran deuda en el juzgar con perspectiva de género, para que, a través de esto, el Estado no solo reconozca que no protegió las vidas de Gaby, Chayito y miles de mujeres más, sino para que pueda garantizar que ninguna mujer más, muera de manera violenta.
Y también para garantizar que las familias obtengan consuelo y satisfacción en medida de lo posible, que puedan recobrar su alegría y proyectos de vida, para que las heridas de niños y niñas testigos y hoy huérfanos de feminicidio no tenga implicaciones en su esperanza y buen desarrollo, para que la sociedad deje de normalizar la violencia contra las mujeres por el solo hecho de decidir y podamos establecer mejores relaciones entre hombres y mujeres, para que la herida intergeneracional de la violencia no cobre factura en panoramas sombríos y podamos aprender de ella y vislumbrar un mejor horizonte de vida para quienes hemos sobrevivido y par las y los que vendrán.
CLADEM-Jalisco
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