* Efectos del cerco económico de Estados Unidos
* Todo ello demanda esfuerzos extra del personal médico
Sara Más
SemMéxico/SEMlac,
La Habana, 18 noviembre 2019.- Insuficientes finanzas para comprar insumos y
equipos, inestable disponibilidad de medicamentos, atraso tecnológico y
limitado acceso a procedimientos más modernos y eficientes son algunos de los
efectos que deja el cerco económico de Estados Unidos en los servicios de
salud cubanos.
«Aunque los cirujanos estemos preparados, porque hemos pasado diversos entrenamientos, a veces también se nos dificulta poder realizar intervenciones debido a esas limitaciones», asegura a SEMlac la doctora Yipsi Fernández Santiesteban, jefa del servicio de Cirugía del Hospital «Hermanos Ameijeiras», en la capital cubana.
La especialista lo ha experimentado directamente, pues en 2018 recibió
entrenamiento en España, específicamente para el tratamiento quirúrgico de
cáncer avanzado o carcinomatosis peritoneal, mediante una técnica que en el
mundo se practica hace ya tiempo, pero resulta novedosa para Cuba.
La literatura médica la describe como una práctica que permite destruir las
células cancerígenas microscópicas que hayan quedado en el abdomen tras la
realización de la cirugía y técnica específica para tratar cánceres de
afectación abdominal como los de ovario, gástrico, colorectal, primario del
peritoneo, pseudomixoma peritoneal y ascitis maligna.
«Se trata de procedimientos avanzados de cirugía citoreductora con
quimioterapia intraperitoneal a altas temperaturas, conocida como Hipec, que
permite una notable mejoría en el pronóstico y supervivencia de los pacientes»,
precisa.
Sin embargo, son pocas las intervenciones de este tipo que han podido realizar
en esa institución médica, la única del país que las realiza.
«Con mucho esfuerzo se compró el equipo y nos preparamos para ello, pero
los insumos para sostener esta actividad son muy caros. Nos hemos visto
limitados y solo hemos logrado intervenir a tres pacientes», explica a
SEMlac.
La falta de suturadoras mecánicas, insumos y equipos de protección para
personal médico y pacientes, que permitan una intervención segura y eficaz, han
impedido el desarrollo de esta cirugía compleja y la atención a personas que la
necesitan. A ello se une también limitaciones con medicamentos más novedosos
para la anestesia.
Otros cinco pacientes con cáncer avanzado no pudieron acceder por ello a este tipo de operación. «Hemos tenido que ir atrás, al procedimiento antiguo de hacer la citoreductora sin este tipo de complemento», comenta la jefa del servicio de Cirugía.
Enfrentar este tipo de situaciones genera otro problema que pocas veces se
visibiliza, como el estrés y la presión psicológica a que se ven sometidos
especialistas de la salud.
«Todo ello demanda esfuerzos extra del personal médico y de las
instituciones de salud para dar el mejor servicio. Siempre se ofrecen las
mejores opciones a los pacientes», asegura Fernández Santiesteban.
Tensiones de ese tipo se viven también entre pacientes y especialistas de
Oncología, por motivos similares.
«El bloqueo económico y comercial de Estados Unidos también impide la
estabilidad en la disponibilidad de medicamentos para enfermedades oncológicas de alta
incidencia en la población cubana«, refiere el doctor Noyde
Batista, jefe de servicios de Oncología también el Hospital Hermanos
Ameijeiras.
Entre otros menciona a los inhibidores de Shake Point o la inmunoterapia en
sentido general, con grandes aplicaciones hoy en pacientes oncológicos, y se
refiere específicamente al Prembolizumab, de la farmacéutica The Mert.
Este, en particular, se emplea en los tratamientos del cáncer de pulmón, con
alta mortalidad en Cuba; los linfomas y el cáncer de vejiga.
«No podemos acceder al Prembolizumab porque pertenece a una casa farmacéutica
estadounidense y es, además, muy costoso. Por la pérdida que tenemos
diariamente en el país, causada por el bloqueo, quizás tampoco tengamos dinero
para comprarlo», explica el galeno.
Entre abril de 2018 y marzo de 2019, el daño al sector de la salud cubano
ascendió a 104 millones 148.178 dólares, cifra que supera en 6 millones 123.498
dólares a la del año anterior, de acuerdo con el informe «Necesidad de poner fin al bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América
contra Cuba«,
presentado este año por Cuba en Naciones Unidas.
Ese mismo informe resume una lista de contactos infructuosos hechos con varias
empresas estadounidenses para la compra de fármacos novedosos en el tratamiento
del cáncer.
Entre otras, se menciona la gestión sin repuesta con la farmacéutica Pfizer
Inc. para adquirir el Crizotinib, empleado en el cáncer de pulmón; el
Palbociclib, para tratar el cáncer de mama metastásico
hormonosensible, y el Sunitinib, único medicamento eficaz existente en el mundo
para el tratamiento del cáncer renal avanzado o con metástasis, del cual se
diagnostican 20 casos anuales como promedio en el Hospital «Hermanos
Ameijeiras».
Otro fármaco de alta demanda es el Nivolumab, con una amplia gama de
indicaciones oncológicas y entre los más novedosos en la actualidad, pero al
tratarse de un medicamento producido por la Bristol-Myers, también
estadounidense, no puede ser adquirido por ninguna entidad cubana.
«No podemos acceder tampoco tecnologías para el diagnóstico, sobre todo de
secuenciación masiva, por tratarse de equipos de fabricantes
estadounidenses», agregó. «Realmente se limita mucho el desarrollo de
las especialidades y de la atención a pacientes con cáncer», reiteró.
«Pese a todo, siempre buscamos opciones y alternativas para poder realizar
el mejor tratamiento disponible y una buena atención. Lo que dependa del
personal de la salud será siempre en función de brindar una atención lo más
humana posible», concluyó.
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