De Evofeminismos y feminismos “light” en Bolivia

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Es imprescindible profundizar más en la materia para lograr mejores resultados.

Aparecen personas y grupos que pasan a manifestarse como feministas, cosa que genera alegría e inquietud.

Drina Ergueta

SemMéxico. La Paz, Bolivia. 27 de noviembre de 2010. Hace unas semanas apareció una noticia en un diario español que decía que más de la mitad de la población española se sentía feminista, aunque sólo un 5% eran activas; mientras en Bolivia aparecen, aquí y allá, personas y grupos que de no serlo pasan a manifestarse como tal, cosa que genera una sensación doble de alegría e inquietud.

Alegría porque, como no, representa que cada vez hay más personas que reniegan de la desigualdad por razón de género, del patriarcado, de las violencias machistas y que es posible un cambio hacia una sociedad mejor y más justa para las mujeres; inquietud porque es posible que sea un simple discurso corto de miras, de pose o de interés de diversos tipos y que el esfuerzo teórico y práctico del feminismo se utilice o banalice totalmente.

A principios del 2015 Evo Morales se declaraba feminista por el hecho de haber adoptado algunas medidas a favor de las mujeres campesinas o por la aprobación de alguna ley, cosa que le generó críticas y puso nuevamente sobre la mesa sus conocidas bromas machistas, así como la falta de medidas concretas para, por ejemplo, evitar que muera una mujer cada tres días en Bolivia o para que se encuentre justicia y reparación.

Muchas de las críticas recibidas por Evo Morales llegaron de sectores o personas que hoy se declaran feministas pero que, a la vez, “no les gusta” el reclamo por el uso del lenguaje sexista, como si fuera cuestión de gustos y no hubiera una justificación teórica desde distintas disciplinas para ello; que defienden a un artista que hace machismo con su arte, porque el arte está por encima del bien y del mal, cosa que es absurda.
También está quienes dicen serlo para conseguir un trabajo o cargo, cuando poca idea tienen del tema, o que se les contrata precisamente porque no son feministas y buscan a alguien sin “fanatismo” a cargo de un asunto de mujeres, dando como resultado un trabajo tibio y desvirtuado; están quienes enarbolan el feminismo desde una visión puramente neoliberal enfocada en el éxito empresarial y que mantienen y reproducen una serie de estereotipos machistas ligados al cuerpo, a la clase social y a la raza.

Tanto ese Evofeminismo como los feminismos light ¿qué tan oportunistas pueden ser? O ¿qué tan buenas intenciones pueden tener?, la respuesta seguramente depende de las justificaciones y del punto de vista. 

Así sean producto de las buenas intenciones y no del oportunismo (que obviamente habrá casos), ambos son lo mismo, están en el mismo saco y tienen ese aspecto peligroso de la trivialización del centro del feminismo, que son el rechazo a las múltiples violencias hacia las mujeres y que se traducen en infinidad de maneras de expresarlas y ejercerlas.

Hacer alguna medida legal a favor de las mujeres no es suficiente y no sirve si no se rompe toda una estructura social institucionalizada que respalda la diferencia entre hombres y mujeres (y cualquier otro género), donde el hombre tiene ventajas. Igualmente, mientras el lenguaje represente los privilegios de los varones y configure así la manera de entender el mundo, mientras no se entienda que el lenguaje ha sido y es un instrumento de dominación de pueblos y de géneros, no se avanzará lo suficiente.

Mientras un artista se le perdone su pedofilia o su machismo porque es artista o porque es cura (o porque es ingeniero o guapo), no habrá manera de mejorar como sociedad. Mientras el feminismo sea “cool” porque queda bien desde una posición de empresaria, ignorante de cánones de belleza machista, sin juntarse con la chusma ni los problemas de esas mujeres, así, entonces, el esfuerzo tiende a reproducir la violencia, que es además clasista.

El feminismo tiene una base teórica muy amplia, con varias corrientes que lo enriquecen, por eso se habla de “los feminismos”. Asumiendo que hay “buena intención” se podría decir que se está en camino, en proceso; sin embargo, tanto para el Evofeminismo como para el feminismo “light” es imprescindible profundizar más en la materia para lograr mejores resultados y a un plazo más corto.

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