La importancia del autocuidado desde una perspectiva feminista y de derechos humanos, intenta poner a las mujeres en un primer plano y como sujetas de derechos
Norma G. Escamilla Barrientos
SemMéxico, Ciudad de México, 31 de julio, 2022.- El pasado 24 de julio fue el día internacional del autocuidado, lo cual nos invita indudablemente a no quitar el ojo de la importancia que el tema tiene en nuestro día a día cotidiano, durante los 365 días del año, ya que más allá de un tema anexo a nuestra vida, es literalmente una forma de vida, que en el aquí y ahora nos brinda salud y bienestar, y a largo plazo nos permitirá llegar a ser Personas Mayores con dignidad y en un mejor estado de salud, física, emocional y espiritual, dentro de un entorno social garante.
El tema del autocuidado sin duda ha tenido una mayor relevancia, valor y visibilidad durante los últimos dos años, siete meses de pandemia por covid-19, dentro de este marco, se ha visibilizado más en la atención del personal de primera línea, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, terapeutas y en general todo el ámbito de atención médica y que contiene emocionalmente a otros, mirando así la importancia que tiene el prestar mayor atención a nuestra salud de manera integral, como un antídoto que previene enfermedades y síntomas.
Hasta antes de la pandemia diversas organizaciones feministas y organismos de Derechos Humanos comenzaron hace 20 años a posicionar el tema y el desarrollo de estrategias encaminadas al autocuidado de las mujeres en específico, en ocasiones nombrándola así y en el trabajo con mujeres indígenas como autocuidado y sanación, desde donde se ha encontrado una integración sociocultural del autocuidado con y para mujeres en general y desde la especificidad de las mujeres indígenas. Algunas de estas organizaciones que comenzaron a posicionar estas prácticas fueron Comaletzin, el Centro de Asesoría y Desarrollo entre Mujeres, A.C. (Cadem), el grupo de Graciela Hierro en 1992, el programa de Mujeres del SEDEPAC en 1990 a cargo de Gloria Tello, la Red Latinoamericana de Educación Popular entre Mujeres (REPEM) en 1981 a cargo de Leonor Aída Concha, Kinal Antzetik a cargo de Nellys Palomo, Fundación para la Equidad A.C. (APIS), La Red de Promotoras Indígenas, Asesoría, Capacitación y Asistencia en Salud, A.C.(ACASAC), Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, A.C., Asociación de Mujeres Sobrevivientes de Abuso Sexual (MUSAS, A.C) y el Closet de Sor Juana, entre otras.
*Texto originalmente publicado en La Cadera de Eva