Claudia Espinosa Almaguer
SemMéxico, San Luis Potosí, 6 de agosto, 2021.- Fue en enero del año 2004 cuando se publicó la Ley General de Desarrollo Social en el Diario Oficial de la Federación con el objeto de garantizar el pleno ejercicio de los derechos sociales consagrados en la Constitución Mexicana.
En un Estado como el nuestro, ningún derecho es cosa baladí, pero los de esta ley se traducen en situaciones íntimamente ligadas a la experiencia de las personas. Quiero decir, a diferencia por ejemplo de la reinserción social o del acceso a la justicia, derechos como la educación, la salud, la alimentación nutritiva y de calidad, la vivienda digna y decorosa, el disfrute de un medio ambiente sano, el trabajo o la seguridad social no necesitan circunstancias particulares, la vida digna está compuesta por estos derechos y su ausencia enmarca una o más carencias que reunidas constituyen condiciones de pobreza.
Más allá de las políticas de asistencia social, encaminadas a paliar las necesidades más inminentes, el Estado debe promover, conforme a esta ley un desarrollo económico con sentido social que propicie y conserve el empleo, eleve el nivel de ingreso y mejore su distribución a través del desarrollo sostenible y sustentable.
Traduciendo, se trata de crear y proveer estrategias no sólo para evitar que las personas con mayores carencias o sin empleo, tengan dinero, sino oportunidades de acceso a trabajos con seguridad social, con sueldos que alcancen a mujeres y hombres por igual para poder alimentar a sus familias, pagar la escuela de sus hijos, vivir en una casa propia o acceder a programas de atención a la salud.
Al respecto, la Ley en mención previó la existencia del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) que es un órgano público responsable de medir la pobreza y analizar la política de desarrollo social. Sus estudios suelen realizarse cada dos años para cada entidad federativa y cada cinco con datos a nivel municipal.
Hay de por medio una reglamentación extensa, así como acuerdos y métodos específicos para hacerse con la información e interpretarla adecuadamente, justo por eso los resultados que da el CONEVAL son tan confiables. En términos muy simples para estudiar la pobreza se toma en cuenta el bienestar económico, los derechos sociales que le mencioné y el contexto territorial. Puede decirse que una persona padece ya una carencia si tiene un rezago educativo, o no accede a los servicios de salud, o a la seguridad social, pero si además tampoco cuenta con los recursos suficientes para adquirir los bienes y servicios que necesita entonces la pobreza es multidimensional.
Este 5 de agosto se dieron a conocer las más recientes estimaciones del CONEVAL y no son buenas noticias: Entre 2018 y 2020, la población en situación de pobreza a nivel nacional aumentó de 51.9 a 55.7 millones de personas y durante ese mismo periodo, la población en situación de pobreza extrema pasó de 8.7 a 10.8 millones de personas.
De los aspectos más drásticos está el rezago educativo con 24.4 millones, la carencia por acceso a los servicios de salud que pasó de 20.1 a 35.7 millones de personas, la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad con 28.6 millones y la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos con 21.9 millones de personas. Sumemos también que hay 66 millones de personas con carencia de acceso a la seguridad social.
Aquí no hay improvisaciones, nos encontramos ante una labor de largo aliento que permite a mexicanas y mexicanos, saber y conocer con transparencia, por encima de las promesas electorales, cuánta gente en nuestro país vive en medio de las carencias más avasallantes, pero que también permite a los gobiernos saber cuál política funciona y los cambios que deben realizarse para evitar la continuación del hambre, la enfermedad y la mala calidad de vida que la pobreza conlleva. Como lo indica el lema de este organismo: lo que se mide se puede mejorar. (Si se quiere). A más ver.
Para más información: https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/Pobreza_2020.aspx
