Día de la Madre: abnegación, imagen de la mujer que surge hace 98 años

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  • Primer congreso feminista en Yucatán, en este se discutió por primera vez en nuestro país la maternidad elegida y se aconsejó a las mujeres evitar embarazos no deseados mediante el método anticonceptivo.
  • Mujeres: aspirar a ser algo más que madres.

Elda Montiel

SemMéxico. Ciudad de México. 09 de mayo 2020.- La celebración de El Día de las Madres en México surge como una forma de control sobre el cuerpo de las mujeres. La convocatoria del 13 de abril de 1922 del periódico Excélsior para celebrar a las madres mexicanas era en realidad un pretexto para contrarrestar las demandas de las primeras mujeres feministas que ya habían realizado el Primer Congreso Feminista en Yucatán en enero de 1916 en pleno periodo de la Revolución Mexicana.

Para confirmar dicha hipótesis, en los años ochenta, la especialista en estudios de género Marta Acevedo publicó, dentro de la colección ‘Memoria y olvido: imágenes de México de la SEP, una investigación titulada El diez de mayo, donde explica el origen histórico de esta celebración. Acevedo comentó que en 1916 se celebró el primer congreso feminista en Yucatán, en este se discutió por primera vez en nuestro país la maternidad elegida y se aconsejó a las mujeres evitar embarazos no deseados mediante el método anticonceptivo, creado por Margaret Sanger, enfermera pionera de la planificación en los Estados Unidos.

Discutieron la relación de las mujeres con la educación, el Estado y las artes, y entre sus demandas estaba el sufragio femenino, así como educación sexual para ambos sexos. Desde entonces comenzaron a circular folletos informativos sobre métodos para evitar la concepción. Estas feministas se resistían al control del gobierno sobre la maternidad, sobre el propio cuerpo.

La regulación de la natalidad se convirtió, nada sorprendente, en una discusión capitalista. Para muchas mujeres era importante “aspirar a ser algo más que madres: jefes del hogar”. Las demandas feministas fueron apoyadas en Yucatán por el gobernador Salvador Alvarado, que avaló el congreso feminista y lo apoyó económicamente. Su sucesor Felipe Carillo Puerto también favorecía las demandas sociales en pos del divorcio y la educación sexual para las mujeres, además de impulsar las ligas feministas e ir en contra de los espacios sólo para hombres, como cantinas, prostíbulos y palenques. Lo que provocó la reacción de algunos medios conservadores e iniciaron una campaña contra estas propuestas «inmorales» de controlar la procreación.

Que las mujeres pudieran educarse sexualmente, divorciarse, y controlar si querían o no tener hijos y cuándo, o simplemente tener sexo sin procrear, fue una amenaza tan grande para los conservadores que el periódico Excélsiorlanzó la campaña para crear un día de la madre el mismo mes en que la Virgen de Guadalupe fue proclamada en 1737 la madre de México, la “patrona de México”. Así, la maternidad se convirtió no sólo en una función social, sino sobre todo en un rol sagrado para las mujeres.

La iniciativa fue apoyada por el secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, quien acogió el proyecto proclamado por el Excélsiory ofreció su ayuda “moral efectiva para que primero la niñez escolar del país [sea] la que rinda homenaje a las santas y abnegadas mujeres que han contribuido a la prolongación de la familia mexicana, con su noble y alto ejercicio de las funciones de la maternidad”. Avalada por el arzobispo de México que retomo la imagen de la madre abnegada y como lo señala Marta Acevedo, “[hizo] un culto a la mujer cuya identidad sexual se sublima, pues su único interés será procrear y su sola función consistirá en ser receptáculo de los sentimientos que expresan los demás, no ella”.

Después del éxito del lanzamiento de la convocatoria al Día de la Madre en 1922, con el apoyo del secretario de Educación Pública y la Iglesia católica, la Cruz Roja y las Cámaras de Comercio, el Excélsiorcontinuó su labor para enaltecer a la mujer mexicana con el rol de madre abnegada. Por esa razón, señala Acevedo, es que todos los 10 de mayo el periódico Excélsior organizaba festivales para premiar a las mamás más prolíficas, las más heroicas y las más sacrificadas.

En 1932 llamó a todos los hijos “a manifestar su amor filial” por las madres y crear “un monumento de ternura a la que nos dio el ser”, un monumento en honor a las madres, las que “ejercen el más sublime sacrificio”. En 1944 el entonces presidente Manuel Ávila Camacho puso la primera piedra del monumento. Después de ganar un certamen convocado por el mismo Excélsior en 1948, José Villagrán García se encargó del proyecto arquitectónico y Luis Ortiz Monasterio, de las esculturas. Y finalmente el 10 de mayo de 1949 el presidente Miguel Alemán Valdés inauguró el Monumento a la madre. En una placa del monumento reza: “A la que nos amó antes de conocernos. Porque su maternidad fue voluntaria”.

Recientemente, la historiadora Martha Santillán completó la investigación de Marta Acevedo. “El discurso tradicionalista sobre la maternidad” da pruebas de la alianza entre el gobierno de Manuel Ávila Camacho y el Excélsior. Un año tras otro, y con el objetivo de incrementar la tasa de crecimiento de la población, el diario organizó una serie de concursos: el de la madre prolífica –que premiaba a la mujer que contara con 20 hijos vivos–, “el de la más joven, la más anciana o la más fértil”, los de poesía y dibujo infantil en honor a las madres y otros más que repartían estufas y condecoraciones.

Marta Acevedo en su investigación documenta los magnos festivales que Excélsior organizó hasta 1971, el mismo año en que las feministas de la segunda ola salieron por primera vez a protestar, en el Monumento a la Madre, convocadas por la propia Acevedo, por la defensa de los derechos reproductivos, como la maternidad libre y voluntaria, y por la legalización del aborto.

Desde los años setenta el grupo feminista Mujeres de Acción Solidaria se ha manifestado en contra del mito de la madre. Las feministas de la segunda ola en México continuaron luchando por la defensa de los derechos reproductivos, como la maternidad libre y voluntaria, y por la legalización del aborto.

Para la historiadora Martha Santillán la escultura alegórica de la maternidad del monumento a la madre relaciona al género con el proyecto de nación.

Es a partir del 9 de mayo de 1971, que Mujeres en Acción Solidaria (MAS) se reunió en el conjunto escultórico por primera vez y, a la manera de los grupos feministas de conciencia que operaban en Estados Unidos, se sentaron a discutir el papel de las madres en las familias. Repartieron globos con consignas y folletos que oponían la celebración del día a las condiciones que viven las mujeres el resto del año. Finalmente, consiguieron que se colocara una placa en favor de la maternidad voluntaria en el pedestal de piedra que sostiene a la escultura.

En 1978 el Movimiento Nacional de Mujeres propuso que marcharan, desde Reforma hasta el Monumento, vestidas de luto por las mujeres que habían muerto, víctimas de los abortos (clandestinos, inseguros y mal realizados) que se practican cuando las leyes penalizan este tipo de intervención.

En el año 2012 cuando en la Ciudad de México las mujeres pueden elegir sin riesgos si quieren o no llevar a término un embarazo no planeado, un grupo de feministas jóvenes salen a protestar “el día después” del 10 de mayo bajo la consigna de “Maternidades secuestradas”. Sus demandas coinciden con la Coalición de Mujeres Feministas, pero hay demandas nuevas:  Cese de la violencia, embarazo adolescente y libertad a las mujeres encarceladas por abortar. Una de las demandas era “rescatar el Día de la Madre del secuestro del comercialismo, haciendo de esta una fecha de reflexión y acción en torno a las maternidades o nuestro pleno derecho a no ejercer la maternidad sin presiones”. 

Mientras que el 10 de mayo del 2012 se llevó a cabo la primera Marcha por la Dignidad Nacional, en la que participan las madres de las personas desaparecidas por la guerra contra el narcotráfico, entre otras razones.

Ahora el 10 de mayo del 2020 va a ser muy diferente el festejo se lleva a cabo en un país semi paralizado en el marco de la Jornada de Sana Distancia a causa del COVID 19. No habrá festivales en las escuelas, ni “Las mañanitas” en vivo, y tampoco la posibilidad de celebrar en algún restaurante. Las medidas de distanciamiento social implementadas por los gobiernos y las autoridades sanitarias para evitar la propagación del nuevo coronavirus buscan que no haya festejos grupales en los hogares. Por lo pronto este fin de semana las medidas van desde el cierre del mercado de flores de Jamaica y el cierre de pastelerías pues, pues el país está en plena fase 3 cuando se espera que el país alcance la curva más alta de la epidemia, la invitación es quedarse en casa.  

Tanto las autoridades como las televisoras están organizando festivales virtuales y la jefa de gobierno, ha propuesto posponer el festejo para el 10 de julio cuando se espera que el país entero haya superado la actual emergencia sanitaria.

Origen de la celebración

Las celebraciones a la madre o a la maternidad tienen su origen en la antigua Grecia en donde se celebraban fiestas en honor a Rhea, la madre de Zeus. Según el mito Rhea es la esposa de Cronos y reina de los cielos. Cuando Cronos oyó la profecía de que sería destituido por uno de sus hijos empezó a tragárselos en cuanto nacían. Cuando Rhea dió a luz a su hijo menor Zeus, lo escondió en una caverna en Creta y le dió a Cronos una roca envuelta como un bebé que él devoró sin contemplaciones. Rhea es también la diosa de la fertilidad y la maternidad.

En Inglaterra en el siglo XVII, se celebraba el día «Domingo de servir a la Madre». Todos tenían ese día libre y pagado para que fueran a visitar a sus madres.

En 1905 en Filadelfia, EUA, Ana Jarvis, promovió que el segundo domingo de mayo entre maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades honrar a las madres y así rendir tributo a su propia madre recientemente fallecida. Fue en 1914 cuando el presidente estadunidense Woodrow Wilson proclamó oficialmente el Día de las Madres en la fecha propuesta por Jarvis, «como una expresión pública de nuestro amor y reverencia por las madres del país». Esta celebración ganó popularidad y se empezó a adoptar en diversos países del mundo. Actualmente se celebra en decenas de países, pero en diferentes fechas, casi la mayoría adoptó el segundo domingo de mayo para venerar a las madres.

SEM/em/sl

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