Abel Miranda
SemMéxico/Ceprovysa, Chilpancingo, Guerrero, 08 de julio del 2022.- En Guerrero solo se judicializa el dos por ciento de los homicidios dolosos contra mujeres y muy pocos llegan a clasificarse como feminicidio, señaló la Directora de la Asociación Guerrerense Contra la Violencia hacia las Mujeres, A. C. (AGCVIM) Marina Reyna Aguilar.
Indicó que tan solo en lo que va del año se han asesinado a por lo menos 69 mujeres de manera dolosa que es una cifra muy alta para el estado.
Marina Reyna Aguilar resaltó que “éste día nos levantamos con la buena noticia de que se detuvo al presunto feminicida de una nutrióloga de Taxco” un caso en que en el anterior gobierno no se resolvió a pesar de la presión social que se tuvo en todo el país.
La Feminista explicó que de acuerdo con la legislación actual, los asesinatos de mujeres deben tratarse con perspectiva de feminicidio y una vez que se haga la investigación se puede ir descartando, pero la Fiscalía General del Estado no lo hace de esa manera.
Indicó que lamentablemente el estado de Guerrero se mantiene con dos alertas de género que no han sido atendidas en sus puntos esenciales, a pesar de que desde el Estado y la Federación se destinaron muchos recursos para implementar acciones que permitan prevenir, evitar y sancionar la violencia contra las mujeres.
Finalmente, Marina Reyna Aguilar explicó que además de feminicidios y muertes dolosas de mujeres, en Guerrero se tienen muchos fenómenos más que representan violencia contra la mujer, que no es investigada ni sancionada por las autoridades competentes, y anunció que muy pronto estará en condiciones de hacer público un caso que acompaña en juzgados de ésta capital, en el que de manera indebida se reclasificó el delito de violencia intrafamiliar por el de lesiones, con esto, la víctima tiene que aceptar una negociación de reparación del daño, algo que no ocurriría con el delito original porque la violencia no se negocia.
Agregó que por el momento, el caso no se puede socializar porque se encuentra bajo proceso, pero es un ejemplo claro de las dificultades que pasan las mujeres que reclaman justicia.
SEM/MG