- Con 40% de capacidad, las unidades obstétricas para la atención del trastorno
- La medida, en beneficio de las madres trabajadoras y con seguridad social
Redacción
SemMéxico, Ciudad de México, 12 de mayo de 2022.- En 2017, entre 13 y 15% de las madres en México padecían de depresión postparto, en tanto que el 56% lo presentan hasta cuatro meses después del parto. El 64% de las unidades obstétricas cuentan con servicios de atención en materia de salud mental, y de estas, solo el 34% tienen protocolos para la detección de ese padecimiento, y el 40% tiene capacidad para su atención.
La presidenta de la Mesa Directiva de la Comisión Permanente de la Cámara de Senadores, Olga Sánchez Cordero, expuso los datos —sin tener una fecha más reciente— de ese trastorno que ocasiona la mayor discapacidad en el mundo, al presentar una iniciativa para que las madres trabajadoras y aseguradas reciban orientación psicológica; sobre todo, en casos de embarazos de alto riesgo que hubiesen implicado inmovilización y, consecuentemente, niveles de estrés extraordinarios.
El proyecto de decreto por el que se adicionan diversas disposiciones a la Ley Federal del Trabajo, de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y de la Ley del Seguro Social fue turnado a las comisiones unidas de Seguridad Social y de Estudios Legislativos Segunda del Senado.
La senadora por Morena propuso que durante los primeros cuatro meses posteriores al parto en casos de embarazos de atto riesgo que hayan implicado inmovilidad prolongada, si la madre es diagnosticada con depresión postparto, cuente con un permiso con goce de sueldo de hasta 20 días hábiles sin perjuicio del descanso para asistir a terapia psicológica.
Sugirió que los diagnósticos y la atención sean monitoreados o llevados a cabo por clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, según el caso, y que en caso de internamiento la madre tenga permiso con goce de sueldo de un día hábil a la semana, durante tres meses, para el seguimiento terapéutico.
Una depresión postparto mal canalizada, no superada o no atendida, subrayó Sánchez Cordero, puede tener repercusiones en la relación entre madre e hijos años después del parto, lo cual impacta en toda la dinámica familiar. Por ello, “El Estado Mexicano debe tomar acciones de mayor calado, aprovechando las experiencias positivas como las que ha generado la Clínica de Depresión Postparto del IMSS”, agregó.
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