Instalan feministas Monumenta en Oaxaca: ¡Ni una menos! ¡Acordamos vivir!

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* Habitamos un país sumergido en la violencia, generada por el patriarcado, el racismo y la discriminación, dicen las jóvenes

* Durante tres noches y sus días se encendieron 575 veladoras, una por cada mujer asesinada en los últimos cinco años

Soledad Jarquín Edgar

SemMéxico, Oaxaca de Juárez , 25 de noviembre, 2021.- Una Monumenta contra el Feminicidio y Violencia Feminicida en Oaxaca, la séptima en el país, fue develada hoy en esta ciudad para visibilizar “que nos están matando y las autoridades son cómplices por su simulación y no accionar con debida diligencia. No queremos más mujeres violadas, acosadas, desaparecidas ni asesinadas”.

A pesar de las malas noticias, las cifras de feminicidios 575 y desaparición de mujeres mil 480, la denuncia de ineptitud de seis funcionarios públicos, incluido el gobernador las y los 42 diputados del Congreso local, la develación de la Monumenta es un grito que lanzamos a quienes no han querido escucharnos: ¡Ni una menos! ¡Acordamos vivir!

Predominó el negro y el morado en la vestimenta de las mujeres, en tanto un hilo de emociones fue tejiendo el ambiente, que pasó entre la indignación, el coraje, la rabia de las más jóvenes, la admiración y el apoyo de la vieja guardia feminista, lágrimas por las que nos arrebataron y la esperanza de ¡justicia!

Enfrente las fotógrafas y fotógrafos querían atrapar cada momento, se lo querían llevar todo y a todas, esas mujeres que enlazadas cantaron a capela Canción Sin Miedo de Vivir Quintana: 

“…hoy a las mujeres nos quitan la calma, nos sembraron miedo, nos crecieron alas…cantamos sin miedo, pedimos justicia, gritamos por cada desaparecida, que resuene fuerte nos queremos vivas, que caiga con fuerza el feminicida…si tocan a una respondemos todas…soy Claudia, soy Esther y soy Teresa, soy Ingrid, soy Fabiola y soy Valeria, soy la niña que subiste por la fuerza, soy la madre que ahora llora por sus muertas y soy esa que te hará pagar las cuentas… ¡Justicia, justicia!”

Abrazos que sustituyeron las palabras, palabras que se volvieron gotas de lluvia de los ojos heridos que recibieron confianza frente a la incerteza, “nadie se dobla, nadie flaquea, que el coraje sea nuestra coraza”, dice Pilar Muriedas al oído de la madre que quiere justicia y una joven vestida de negro la abraza y le dice ahí está que no está sola. Ya para entonces a nadie le importaban los rayos de sol sobre la piel.

Desde las ventanas del viejo hospital general Dr. Aurelio Valdivieso y de oficinas cercanas las personas miraban el momento, ese en el que apareció la Monumenta, un esfuerzo planeado durante meses, de las que tomaron el lugar desde hace días y sus noches para que esta madrugada “apareciera”, no fue un acto de magia, las complicidades feministas dieron resultado, detrás las Mujeres Autónomas , Madres de víctimas de Feminicidio, Familiares de víctimas de Feminicidio, Colectiva Chicatanas, Colectiva Mujer Nueva, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, GesMujer Rosario Castellanos, Fundación Marie Stopes México, Grupo de Mujeres Sabinas, Maestras en Resistencia de la Sección XXII y Unitierra Oaxaca.

Tres noches y sus días donde se encendieron 575 veladoras, una por cada mujer asesinada en un altar pequeño ante el inmenso dolor que su ausencia representa, ofrenda de luz, flores y productos de la tierra, símbolo de los rituales ancestrales que llevaron al lugar las herederas de sus abuelas sabias, las que curan. Así para curar se dijeron cada uno de sus nombres, se dijeron para no olvidarlas.

Detrás del escenario del pronunciamiento, las estatuas elaboradas por una emblemática artista mexicana, la escultora indigenista Carmen Carrillo Antúnez, mujeres de cada región y un danzante de la Pluma (1956, con excepción de la mujer de la sierra sur incorporada en 2010), lucían colgados sobre sus pechos bandas moradas y el número de feminicidios ocurridos en la mixteca, la costa, las sierras sur y norte, la cuenca, la cañada, valles centrales e istmo. Desde ahí, las jóvenes exigieron a las autoridades no dañar ni menoscabar el símbolo de expresión de repudio a la violencia feminicida y feminicidio en Oaxaca. 

En el pronunciamiento 25N, leído por cuatro de las jóvenes que acompañadas por organizaciones feministas hicieron realidad la Monumenta, reafirmaron que seguirán luchando “codo a codo, hombro a hombro, no nos soltaremos jamás, pues esta lucha es constante, diariamente habitamos un país sumergido en la violencia, generada por el patriarcado, el racismo y la discriminación”.

¡Existimos y resistimos ante todo obstáculo! ¡Nos armamos contra el olvido! Transformando el dolor en dignidad, la tristeza en rebeldía y la impotencia en esperanza, afirmaron minutos antes de la develación de la Monumenta de tres metros de altura en color rosa y morado.

Las jóvenes cuestionaron y denunciaron la simulación con la que ha actuado el gobierno estatal, la falta de resultados con la alerta de género dictada por la Secretaría de Gobernación en solo 40 de los 570 municipios del estado, desde agosto de 2018.

Tenemos 575 feminicidios en casi cinco años del sexenio de Alejandro Murat, de los cuales, en la mayoría de los casos las víctimas no han encontrado justicia y verdad, el mismo sistema encargado de procurar e impartirla ha fallado, no tomando las denuncias, no dictando o no ejecutando las detenciones y más trágico aún, no dictando sentencias condenatorias. 

En este mismo sexenio se registran mil 484 mujeres desaparecidas, donde tampoco hay avances de las investigaciones ni mecanismos eficientes de búsqueda, que deje de encubrir criminales. 

Señalaron de ineptos a los funcionarios, empezando por Murat Hinojosa; al fiscal Arturo Peimbert Calvo; a Juan Carlos Márquez Heine, director general de los Servicios de Salud de Oaxaca; a la titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, Ana Vázquez Colmenares; al presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín; a Nallely Hernández García, titular de la Secretaría de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos y a los diputadas y diputados del Congreso del Estado. Un gobierno cuestionado por no cambiar nada las condiciones que reproducen la violencia.

También recordaron a las defensoras del territorio criminalizadas, violentadas, desaparecidas y asesinadas por cuidar la tierra donde habitan, por impedir que proyectos extractivistas se impongan en sus comunidades. 

Dijeron que Oaxaca ocupa el cuarto lugar a nivel nacional por abuso sexual infantil, perpetrado principalmente por hombres de la propia familia y apuntaron que esta situación se agravó a raíz de la pandemia de Covid-19.

¡Sobre las ruinas del patriarcado, nosotras construimos esperanza! Fueron las palabras con las que se cerró el pronunciamiento 25N.

SEM/sj

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