Misoginia y discriminación a candidatas en 2019, revela INE

Fecha:

Compartir:

  • La violencia política en razón de género en medios será castigada en próximo proceso
  • Encuentra hostigamiento contra candidatas o funcionarias en los medios

Sara Lovera

SemMéxico, Cd. de México, 15 de junio, 2020.- En 2019 durante el proceso electoral desarrollado en seis entidades del país, el Instituto Nacional Electoral detectó misoginia y discriminación contra las candidatas en los medios de comunicación. Portales, redes sociales y prensa contribuyeron a la violencia política contra las mujeres. Así determinó que en siete de cada diez mensajes las infamaron, ultrajaron, estereotiparon, injuriaron o descalificaron, El análisis se hizo durante 90 días.

El estudio denominado Subordinadas y bellas: La violencia política contra las mujeres en prensa y redes sociales durante el Proceso Electoral Local 2018-2019, precisa que 48 de cada 100 mensajes diseminados contenían desprestigio contra las candidatas; 78 de cada 100 mensajes en las plataformas digitales y en la prensa incluían roles estereotipados sobre las contendientes, mientras que el resto mencionaba atributos estereotipados y sexuales.

Señala el análisis que también se detectó sistemática violencia en los medios contra las mujeres en el desempeño de un cargo público. Con frecuencia exaltan sus errores, para dar miedo a las futuras candidatas o mujeres que buscan puestos públicos.

Las más de 800 aspirantes se expusieron a violencia verbal, desde pantallas y micrófonos de seis distintas formas durante su campaña, como calumnias, desprestigio, denigración, ofensas o misoginia, y se las conectó con su “belleza” o su pertenencia afectiva, sostiene el estudio. Los ataques en medios a candidatas aumentan al ser jóvenes, pertenecer a una etnia o a una organización social. Y se demerita su origen o condición familiar. Muchas fueron atacadas en razón de sus relaciones afectivas y otras por el cargo que pretendían, como las diputaciones locales que favorecen mayores ataques mediáticos.

El 60 por ciento de los mensajes violentos se detectó en Tamaulipas y sólo tres por ciento en Puebla. Se precisó que 24 mujeres experimentaron violencia desde los medios en las plataformas electrónicas; no obstante, en Durango y Tamaulipas, no se denunció ni un solo caso de violencia política de género en general (por partidos políticos o compañeros), mientras que en Baja California se denunciaron seis de cada 10 casos.

La invisibilidad –de sus pronunciamientos o propósitos- es también considerada violencia desde los medios. El estudio concluyó que la cobertura dedicada a los candidatos fue superior en 230 por ciento a la dedicada a las candidatas por lo que toca a redes sociales; y 350 por ciento mayor en prensa. No se halló una sola mención a una candidata afro y sólo se mencionó a una persona gay.

Las campañas electorales, durante 2019, en las seis entidades donde se celebraron elecciones: Aguascalientes, Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, se registraron 118 mensajes con violencia política en contra de las mujeres.

El monitoreo se realizó entre el 31 de marzo y el 30 de junio. Tanto en prensa, como en distintas plataformas. Se analizaron 29 diarios nacionales, 103 diarios locales, 182 revistas, 98 portales, 44 estaciones de radio (23 en FM y 21 en AM), 14 canales de televisión abierta y 17 de televisión de paga. Además de las redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram, YouTube, foros, blogs y sitios web.

Los hallazgos principales

45 mensajes se publicaron en portales estatales y 40 en Twitter. La violencia verbal se presentó de seis formas distintas durante las campañas electorales: calumnia, desprestigio, invisibilización, denigración, ofensas y misoginia.

48 de cada 100 mensajes contenían desprestigio contra las candidatas.

78 de cada 100 mensajes en las plataformas digitales y en la prensa incluían roles estereotipados sobre las mujeres, mientras que el resto mencionaba atributos estereotipados.

En 3 de cada 10 mensajes resalta cómo se destacan roles estereotipados, presentando a las mujeres como objeto sexual.

7 de cada 10 sufrieron mensajes con violencia política de género, mientras que dos de esos mismos 10 los experimentaron mujeres en el desempeño de un cargo público.

En las redes sociales las candidatas a una diputación local experimentaron 52 de cada 100 mensajes con violencia política, pero en la prensa la proporción aumentó hasta 80 por cada centenar de publicaciones.

Ser joven es un pretexto para la descalificación, señala el estudio. Las candidaturas (hombres y mujeres) jóvenes con cobertura fueron calificadas como inexpertas.

Quienes escriben o difunden también fueron analizados. Así los hombres publicaron siete (72 %) de cada 10 mensajes con violencia política de género en prensa, mientras que en redes emitieron seis (66%) de cada decena.

En prensa, los y las columnistas publicaron 63 de cada 100 mensajes con violencia contra las mujeres en política.

También en redes sociales, usuarios y usuarias publicaron 48 de cada 100 mensajes violentos denostando a las candidatas.

Así una mujer en campaña recibe menciones como delincuente, subordinada, con presunto romance, incapaz, interesada, guapa, necesita un hombre y carece de mérito propio. Lenguaje que no se usa contra los candidatos.

Los mensajes analizados, quienes los enunciaron no reseñan ni las propuestas de las candidatas ni su formación política, así asumen que, si no fuera por su relación de parentesco, sencillamente no hubiesen obtenido la postulación a un cargo público. Para las personas que emiten estos contenidos, las mujeres carecen de méritos para llevar a cabo por sí mismas una campaña exitosa o desde luego para desempeñarse adecuadamente en una oficina pública.

Antecedentes

El 2 de junio del 2019, la ciudadanía de seis estados de la República acudieron a las urnas para emitir su voto por un total de 148 cargos de elección popular: dos gubernaturas en Puebla y Baja California; 86 Diputaciones en Baja California (25), Quintana Roo (25) y Tamaulipas (36); así como 60 Ayuntamientos en Aguascalientes (11), Baja California (5), Durango (39) y Puebla (5).

En los tres estados con cargos al Congreso Local, los partidos y coaliciones postularon cuatro hombres más que mujeres; mientras que, en el caso de los Ayuntamientos, ellas tuvieron 233 más nominaciones que los varones. Sin embargo, ni los partidos ni las coaliciones que compitieron para las gubernaturas de Puebla y Baja California presentaron una sola candidata.

El INE considera que la paridad electoral garantizada en la ley, no implica que las candidatas compitan en condiciones de equidad en cada ámbito de las campañas, así la cobertura a sus actividades y propuestas, tanto en prensa como en redes sociales es inequitativa y preocupa el contenido de esas coberturas. Que cómo muestra el estudio está llena de prejuicios y estereotipos.

La reforma de abril de 2019 sobre Violencia política contra las mujeres, atiende violencia mediática de manera directa al señalar en el nuevo artículo 20 bis de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida sin Violencia y a la Ley del Instituto Nacional Electoral que incluye a los medios: 

ARTÍCULO 20 Bis.- La violencia política contra las mujeres…Puede manifestarse en cualquiera de los tipos de violencia reconocidos en esta Ley y puede ser perpetrada indistintamente por agentes estatales, por superiores jerárquicos, colegas de trabajo, personas dirigentes de partidos políticos, militantes, simpatizantes, precandidatas, precandidatos, candidatas o candidatos postulados por los partidos políticos o representantes de los mismos; medios de comunicación y sus integrantes, por un particular o por un grupo de personas particulares.

Datos finos

El análisis muestra que a partir del monitoreo realizado entre el 31 de marzo y el 30 de junio del 2019, el sustantivo candidato(s) era mencionado 3.5 veces más que candidatas(s) en prensa; mientras que en redes sociales se enunciaba en 2.3 ocasiones más, respecto de las publicaciones que se referían a los procesos electorales de las entidades con Jornada Electoral el 2 de junio.

Se indica cómo a pesar de que los partidos postularon casi al mismo número de mujeres que de hombres, la cobertura para las candidatas es inequitativa tanto en prensa como en redes sociales.

Cargo Total de cargos a elegir Mujeres Porcentaje Hombres Porcentaje
Gubernatura 2 o 0 9 100
Diputación local 86 265 49.63 269 50.37
Ayuntamiento 60 1,948 53.18 1,715 46.82
Plataforma Total de Publicaciones Mujeres Porcentaje Hombres Porcentaje
Redes Sociales 5,412 1,615 29.85 3,797 70.15
Medios Tradicionales 2,127 470 22,1 1,657 77.9

El monitoreo/análisis señala que al considerar el contenido de los mensajes emitidos sobre las candidaturas, se ve cómo las candidatas enfrentan una forma de violencia que no experimentan los hombres (violencia política en razón de género), que se suma a otras formas de perjuicio que tanto ellas como ellos sufren durante las campañas electorales.

Tanto los hombres como las mujeres sufren violencia política sin referencias de género. En prensa, de todos los casos de violencia política (94), los candidatos experimentaron 45 %; las candidatas, 34 %; y ambos, 21 %. Por lo que toca a las redes sociales, de 134 publicaciones con esta forma de violencia, los hombres sufrieron 46 %, las mujeres 41 %, y ambos 13 %.  Si bien hombres y mujeres experimentaron volúmenes parecidos de violencia política, las mujeres enfrentan esa violencia en de manera diferenciada, por su sexo.

Se analizan los tipos de violencia expresados en los medios. Simbólica, verbal, patrimonial, económica, psicológica, física o sexual. En cada una de estas formas de perjuicio con referencias de género se presenta una pluralidad de subtipos que dañan a las candidatas de maneras diversas.

Una agresión física o una amenaza de asesinato representan formas distintas a la restricción de candidaturas o a la coacción para que una mujer electa renuncie a su cargo; pero, incluso las denominadas violencias simbólica y verbal afectan de maneras diversas el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres, según el tipo de que se trate y las circunstancias específicas que apliquen a cada caso.

Pero un mensaje de odio, como la misoginia, generan un daño distinto a uno que pretende desprestigiar; pero ambas, en última instancia, son formas de violencia verbal.

En las campañas del Proceso Electoral Local 2018-2019, la violencia verbal se presentó en seis formas distintas (calumnia, desprestigio, invisibilización, denigración, ofensas y misoginia), tanto en prensa como en redes sociales.

La más común en los medios analizados fue el desprestigio, pues durante este proceso electoral las personas que pretendieron afectar a las candidatas emitieron en las distintas plataformas de comunicación mensajes con el fin de afirmar que ellas carecían, por sí mismas, de méritos para estar registradas como candidatas o para desempeñarse en la función pública e, incluso, para presentar propuestas factibles o pertinentes.

Lo que aumenta la violencia en medios: “mal ejemplo”

Existen condiciones que aumentan o disminuyen la probabilidad de que las mujeres sufran esta forma de perjuicio durante las campañas electorales. La primera es la entidad de la República donde residen las candidatas. Las mujeres que se postularon a un cargo de elección en Tamaulipas sufrieron 50 % más mensajes con esta forma de perjuicio que quienes se postularon en Baja California (10 %), Aguascalientes (9 %) o Durango (8 %).

Las candidatas en Puebla presentaron la menor probabilidad, con el tres por ciento de todos los casos. Uno de los resultados del estudio mostró que en dos entidades el número de mensajes que violentan es mayor a la violencia política en general: mientras que en cuatro entidades de la República (Baja California, Aguascalientes, Durango y Puebla), la violencia política se presenta 13.5 % más veces que aquella con referencias mediáticas. Sólo en Tamaulipas y Quintana Roo aparece la situación contraria, es decir, en el primer estado por 1.81 % y en la segunda entidad por 2.2 %.

Otro pretexto que incrementó o disminuyó la probabilidad de experimentar violencia desde los medios contra las mujeres es el tipo de candidatura o cargo público de una mujer; durante las campañas electorales las candidatas a los distintos puestos de elección popular experimentaron siete de cada 10 mensajes con este tipo de perjuicio por el simple hecho de ser mujeres.

Sin embargo, lo anterior no implica que las mujeres en el desempeño de un cargo público dejen de sufrir violencia política en razón de género durante las campañas, sino, sencillamente, que la experimentan dos de cada 10 casos; en ocasiones porque las y los autores de las publicaciones pretenden denigrarlas para menoscabar el ejercicio de futuros derechos políticos, como una candidaturas en las próximas elecciones, o, a veces, para ponerlas de “mal ejemplo” con el fin de contener el voto por las candidaturas de su partido.

Durante las campañas, las mujeres sin un cargo actual también continúan experimentando violencia política en razón de género en uno de cada 10 mensajes; es decir, este tipo de ex funcionarias registran la menor probabilidad de sufrir este tipo de perjuicio en el periodo de proselitismo; sin embargo, quienes las agreden verbalmente consideran que las y los candidatos postulados por sus partidos se desempeñarán, como ellas, de formas inadecuada en la esfera pública.

En el periodo de proselitismo, las candidatas a cualquier puesto de elección popular experimentaron 50 % más violencia política en razón de género que las mujeres en un cargo público actual, como las senadoras, diputadas o presidentas municipales. Por su parte, estas últimas sufrieron 10 % más mensajes con este tipo de perjuicio que las mujeres sin un cargo actual.

La participación de una mujer como candidata a una diputación local aumentó sus probabilidades de experimentar violencia en los medios durante las campañas, porque en promedio el 66 % de este tipo de mensajes contra candidatas fueron emitidos precisamente contra las mujeres que competían por una silla en el Congreso Local; en general las 52 personas propuestas por los partidos para una diputación presentan la mayor probabilidad de sufrir violencia política, porque 54 de cada 100 mensajes se enuncian contra ellas.

En otras palabras, con independencia del género de la candidatura, cualquier persona que se postule a una diputación en el Congreso de su entidad durante un proceso local -en este caso, sin comicios federales que se realizasen al mismo tiempo- estará expuesta a una mayor probabilidad de sufrir violencia política, en general.

Un tercer pretexto para ofensas en medios es la identidad de las candidatas, una mujer que es al mismo tiempo joven o pertenece a una de las agrupaciones en condiciones de vulnerabilidad está más expuesta a la violencia que el resto de las mujeres. Se comprobó que las candidatas con este tipo de identidades apenas están presentes en la cobertura, tanto de la prensa como de las redes sociales; sin embargo, cuando aparecen como la temática de las publicaciones aparecen de forma estereotipada, como las juventudes.   

En la muestra analizada en el estudio, no se registró una solo nota sobre mujeres indígenas, afro mexicanas o con discapacidad y apenas se publicó una mención sobre un candidato gay, lo cual no significa que en el universo total no pudieran presentarse algunos contenidos; sin embargo, es tan precario que no aparece en la muestra. En otras palabras, estas comunidades están más invisibilizadas que las personas jóvenes, aunque ambas sufran la inequidad en la cobertura tanto de la prensa como de las redes sociales.

Las tres condiciones, motivos o pretextos descritos individualizan la forma en que las mujeres experimentan violencia desde los medios durante las campañas electorales. El otro conjunto de condiciones que particularizan el fenómeno son, precisamente, las plataformas de comunicación en que acontecen, porque su presencia es también distinta en prensa que en redes sociales. Los portales de los estados junto con Twitter registraron los mayores números de mensajes con violencia política de género. En estos mensajes, debe reiterarse, se asociaron distintas narrativas que sitúan a las mujeres en una situación de subordinación con los hombres o sus partidos.

Recomendaciones de la Coordinación Nacional de Comunicación Social del INE

Analizar los medios de acuerdo a las recomendaciones de las normas internacionales y las investigaciones académicas en la materia.

  • Analizar la frecuencia con que se presenta la violencia política en los medios contra las candidatas.
  • Analizar si existen factores que aumentan o disminuyen la probabilidad de que las mujeres experimenten esa violencia.
  • Analizar con perspectiva intersecciones si existe una diferencia en el tipo de violencia que experimentan las mujeres según su identidad; étnica, preferencia sexual o condición económica y social.
  • Identificar a las y los autores de los mensajes que cometen la violencia.
  • Identificar a las distintas mujeres víctimas de la violencia.
  • Analizar el porcentaje de denuncias y sanciones de la violencia mediática

SEM/sl/sj

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí



Artículos relacionados

Buena alimentación y mejores hábitos ayudan a prevenir y controlar la diabetes 

SemMéxico, Ciudad de México, 27 de marzo de 2024.- La alimentación juega un papel fundamental en el tratamiento...

Con más de 150 años de tradición, representación de Semana Santa en el Edomex

*En el municipio de Capulhuac, 52 personas forman parte de esta representación, las mujeres juegan un papel importante. Gabriela...

Estará hasta el 31 de marzo, exposición dedicada al centenario de El Machete

Una publicación de gran valor histórico, cultural, político y artístico En sus páginas participaron artistas como Beloff, Guerrero, Siqueiros,...

Opinión | Concentrar dinero y poder

El proceso democrático en México no solo se ha dado en las urnas y en las elecciones. Dulce María...