Herramienta Ciudadana: Revocación del Mandato
Natalia Vidales Rodríguez
SemMéxico. Sonora. 16 de octubre de 2019.- Con una mayoría más que calificada en el Senado de la República (de 98 votos a favor y solo 22 en contra), este martes fue acordada en lo general la reforma constitucional que prevé la eventual Revocación del Mandato tanto del Presidente de la República como la de los gobernadores de los Estados, mediante una consulta popular.
La iniciativa, presentada por el Presidente López Obradordesde hace varios meses, fue modificada a satisfacción de las suficientes curules de la oposición en la cámara alta(entre ellas, la de los senadores Damián Zepeda, Xóchitl Gálvez y Germán Martínez Cázares, del PAN, que la avalaron), para que superara, sin problemas, la mayoría de al menos las 2/3 partes de los senadores, y ser aprobada. Como es sabido, el partido del Presidente, MORENA, requiere en el Senado el apoyo de una parte de la oposición para lograr la mayoría, tal y como ocurrió en este caso.
Del Senado pasará ahora a la Cámara de Diputados para su validación, y de ahí a los Congresos Locales, contándose en ambas instancias con su segura aprobación, y entonces se convertirá en disposición constitucional para aplicarse a partir del 2022 y sin concurrir con las elecciones ordinarias.
Y esas fueron –entre otras— dos de las modificaciones que logró la oposición, cuando la propuesta inicial del gobierno era que se realizara el 2021, a la mitad del sexenio, y coincidiendo con las elecciones federales intermedias. Con esos logros, explicó el senador Zepeda Vidales, la consulta popular no se convierte en un ejercicio de manipulación electoral con el fin de allegarle votantes ¡a quien está siendo cuestionado!, lo que era un contrasentido que deseaba el gobierno. Así como quedó, en cambio, se convierte en lo que deber ser: un juicio de la ciudadanía en caso de una mala gestión del Presidente o de los Gobernadores, para sacarlos del poder, no para ratificarlos o reelegirlos en contra de la ley.
Sin embargo, 22 panistas que la votaron en contra no quedaron convencidos de las modificaciones alcanzadas, pese a que, así como quedó, no podrá ser utilizada por AMLO o por MORENA para afianzarse en el poder ( sinotodo lo contrario, quedarán expuestos a ella en caso degobiernos mediocres o incumplidos).
Además, la nueva especie solo podrá pedirla la ciudadanía –no el gobierno, ni los partidos políticos– con un mínimo del 3% del padrón nominal de electores (dos y medio millones de personas); deberá contar con al menos la participación del 40% del electorado en la encuesta; y, además, la realizará de principio a fin y con la exclusividad de su difusión el Instituto Nacional Electoral ( y nadie más), a diferencia de las llamadas encuestas “patito”, como la realizada el año pasado que se ordenó desde el gobierno para sustentar la cancelación del nuevo aeropuerto de la CDMX, y que la realizó el partido oficial, MORENA; o como la simulada el domingo pasado en Baja California para apoyar la extensión del mandato del gobernador electo Jaime Bonilla, organizada por el Congreso del Estado afín al mandatario. No, así no: con la nueva ley la consulta de Revocación será apegada a la ley y con validación incuestionable.
A diferencia del proyecto original de AMLO y que era a su “modo”, la reforma aprobada es similar a la de otros países democráticos, y su utilidad está fuera de duda: la relación entre el gobernante y el gobernado cambia con la figura de la también llamada terminación anticipada del mandato. No basta ser electo para gobernar; se ha de gobernar bien para poder continuar en el cargo.
Si a lo anterior le sumamos la derogación del fuero (que le permitía a los altos funcionarios cometer incluso delitos durante su gobierno sin poder ser juzgados por ello), sin duda que contribuirá a que tengamos mejores políticos; para que los servidores públicos sean eso -y no servidores de sí mismos-; para que los mandatarios sean eso…y no mandantes arbitrarios.
El Senado dio ayer una muestra de la negociación política, en su mejor sentido: Los legisladores de MORENA tuvieron que dar un tanto su brazo a torcer para sacar la propuesta del Ejecutivo en los mejores términos posibles, dada la necesidad de algunos votos de la oposición para ello; y los senadores más lúcidos de la oposición hicieron la mejor de sus tareas para sacar avante una reforma que abona a la Democracia: el pueblo pone y el pueblo quita…pero con orden y sin segundas intenciones.
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