Sandy G. Torrez Chávez*
SemMéxico, Guadalajara, Jalisco, 27 de enero del 2023.- María Elena Ríos, talentosa saxofonista mexicana del estado de Oaxaca, y víctima de un ataque con ácido, que casi culmina en feminicidio por parte de su expareja.
Quisiera poder comenzar con otra frase, pero la realidad es que, por más doloroso que sea, Maria Elena ahora no solo es una gran, exitosa y talentosa mujer, sino alguien que ha quedado físicamente marcada por el machismo, odio, la violencia contra la mujer y la injusticia del Estado, para siempre.
En 2019 Maria Elena fue atacada con un ácido que quemó el 90 por ciento de su cuerpo. Su victimario: su expareja, el exdiputado del PRI, Juan “N», es el autor intelectual del intento de feminicidio. Maria Elena, al igual que un alto porcentaje de mujeres en México, sufrió violencia extrema solo por el hecho de terminar una relación. Y es que parece que, para ciertos hombres, las mujeres no pueden ni deben si quiera tomar la decisión de dejarles. Son ellos quienes tienen que terminar la relación, porque de lo contrario te arriesgas a que te maten.
Este tipo de crímenes, muchas veces comienzan con la falsa ideología del amor romántico: “no me puede dejar ir” “sigue enamorado de mi” “me sigue buscando” “me busca en el trabajo” etc., Sin embargo, este tipo de comportamientos/acciones, solo demuestra el machismo y la falta de respeto a la toma libre e individual de decisiones, como lo es el no querer seguir más en una relación. México es un país en el que las mujeres, nuestros cuerpos, nuestras decisiones y proyectos de vida siguen controlados por el machismo, tanto en nuestras casas, con nuestras parejas, pero sobre todo en el sistema legal.
La violencia contra la mujer en México está rebasada y el sistema de justica de nuestro país está más quebrantado que nunca. En el caso de Maria Elena, después de 3 años, aun no hay sentencia definitiva para este feminicida en potencia; pero por lo menos está en prisión. Sin embargo, en días pasados hubo una gran movilización no solo por parte de Maria Elena, sino de colectivos a nivel nacional que se pronunciaron contra la resolución del juez de control Teódulo Pacheco Pacheco, quien había concedido prisión domiciliaria al exdiputado. Así, puso en riesgo no solo que el imputado se fugara, sino que éste terminara con lo que comenzó en el 2019, el feminicidio contra Maria Elena. Este delito en nuestro país es un delito grave, que requiere prisión preventiva, no prisión domiciliaria donde puedan seguir viviendo entre sus lujos provenientes de la corrupción.
Sin embargo, gracias a que este es un caso mediático, la justicia “amparó” a Maria Elena y la medida del juez fue revocada. Sin embargo, ¿Qué hubiese pasado si el caso no hubiera sido mediático? Seguramente hubiera quedado en injusticia, como el otro 95 por ciento de casos. Porque así son las cifras, por eso sigue habiendo un alto porcentaje de delitos y violencias contra la mujer que no son denunciados, pues a parte de ser procesos largos, estresantes, incluso violentos contra las víctimas, están llenos de corrupción y son llevados por jueces que no cuentan con la visión epistemológica de estudios de género o feminismo, que son extremadamente importantes para delitos tan delicados como este, en el que aparte hablamos de personas con influencia no solo monetaria, sino política.
México necesita un sistema de justicia que deje de ser corrupto, manipulable e influenciable por parte de altos funcionarios y/o gente con poder. La justicia se debe otorgar sin necesidad de que un caso sea mediático; los feminicidas o feminicidas en potencia, deben ser encarcelados, son una amenaza no solo para una mujer, sino para todas nosotras; las mujeres debemos tener la libertad de tomar decisiones de todo tipo, especialmente de terminar una relación de pareja en el momento en que ya no estemos cómodas, pero sin tener miedo a represalias.
Seguiremos vigilantes en el proceso de Maria Elena. El delito del que fue víctima, aún le falta mucho progreso en su regulación, es una figura prácticamente nueva, y el caso de Maria Elena puede ser un gran e importante precedente para el futuro de la protección de los derechos de la mujer y nuestra dignidad humana. Y no dejaremos que la corrupción se salga con la suya, el juez Teódulo Pacheco Pachecho, debe atender a la justicia apegándose al derecho, pero sobre todo con una mirada de genero para que Maria Elena pueda obtener la justicia que le pertenece, y su victimario, el exdiputado del PRI, Juan “N», sea castigado como legalmente merece.
Recuerden siempre: SI TOCAN A UNA, RESPONDEMOS TODAS.
*Abogada Feminista y maestra en DDHH
CLADEM Jalisco,
clademjalsc@gmailc.om
