Paquita como auténtica representante popular

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Desobediencia

Olimpia Flores Ortiz

SemMéxico, Oaxaca, Oax., 15 de febrero, 2021.- Es frecuente escuchar comentarios a propósito de la calidad de la representación popular en México, desde la lógica de pretender un colegio multidisciplinario de notables al que lamentablemente los partidos políticos postulan personalidades sin credenciales.

Me brinda oportunidad de pensar en voz alta sobre la cuestión, el artículo de Raudel Ávila Solís en el Universal, el miércoles de la semana que transcurrió en el que lamenta el bajo nivel de las personalidades que postulan los partidos políticos, usufructuando popularidades histriónicas.  

https://www.eluniversal.com.mx/opinion/raudel-avila/esplendores-y-miserias-del-poder-legislativo

No me parece afortunada la comparación del sistema de representatividad mexicano con el sistema británico. El sentido de hablar de Cámara de los Lores por designación real y de Cámara de los Comunes, electos democráticamente, se asocia claramente a una estratificación social. Los lores (intelectuales y empresarios) son ungidos, no electos, hay incluso una proporción de posiciones por herencia; hasta 1911, los lores gozaban de veto sobre las decisiones de los comunes. Los comunes, esos sí se eligen y reciben su denominación del origen en las comunidades distritales y colectividades varias.

En México, desde la Constitución de Apatzingán en 1814, se perfiló el sentido del sistema de representatividad que se buscaba para la novel república. La historiadora del poder legislativo mexicano, Gloria Villegas Moreno nos ilustra: “Desde la Constitución de Apatzingán la soberanía radica en el pueblo; su ejercicio corresponde a una asamblea de representación popular; se establece el derecho del sufragio; la ley es igual para todos; es la expresión de la voluntad general y constituye la norma racional de la conducta en la relaciones sociales; se establece la división clásica de tres poderes, los cuales no podrán ejercerse por una sola persona, ni por una sola corporación. Se declara que el gobierno no se instituye en beneficio de una familia, de un hombre o de una clase.”  https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/108667/PRIMER_CONGRESO_CONSTITUYENTE_DE_M_XICO_Parte1.pdf

El ejercicio parlamentario, en muchos casos ha sido un trampolín hacia otros escaños de la política. Estamos apenas estrenando reelección legislativa consecutiva. Antes no quedaba más remedio que mirar hacia otros horizontes que no podían ser la misma cámara en la que se había participado y había que voltear hacia la otra, o hacia otro poder de la unión. Ahora, podemos empezar a ver carreras parlamentarias de vocación parlamentaria.

Otros muchos son los vicios que tergiversan a la naturaleza del poder legislativo mexicano, como el del sentido patrimonial de la política, que la vuelve corporativa, de camarillas de interés, o de alianza con los poderes fácticos eclesiásticos, económicos, sindicales, e incluso extralegales y etcétera.

Siguiendo a Gloria Villegas Moreno, en otro artículo: “En la redacción de la Carta de Apatzingán tuvieron influencia la doctrina general de la Revolución Francesa y la Constitución Liberal Española de 1812. La primera inspiró la declaración relativa a la soberanía popular; la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial); la libertad de trabajo, de expresión, de imprenta; la protección de los derechos de propiedad, seguridad, libertad e igualdad. La Constitución Española de 1812, inspiró el sistema electoral y el centralismo.”

https://www.inehrm.gob.mx/recursos/Libros/Temas_constitucionales.pdf

La tradición de dispensar la lectura del acta de la sesión anterior para aprobarla obedece a que solía ser que no todos los legisladores sabían leer y escribir.

La soberanía popular lo es porque radica en el pueblo. Es decir que la representatividad legislativa obedece a criterios de pertenencia social, no a los méritos académicos o profesionales, no se trata de conformar un colegio de expertos y expertas, sino uno de la representatividad de la sociedad mexicana. La estratificación social mexicana, tiene grandes diferencias, entre ellas, los niveles de formación académica y de ilustración.

En ese sentido me pregunto si realmente es cuestionable una candidatura esgrimiendo criterios que conducen a la elitización del órgano representativo. ¿La popularidad usufructuada de Paquita la del Barrio (MC), como en su momento lo fue la de Carmen Salinas (PRI)? Ambas, postuladas por partidos políticos diferentes, son personajes populares, porque son personajes espejo y son aspiracionales porque han trascendido.  ¿Tienen en todo caso menos legitimidad que las bancadas informales de TV Azteca?

Nuestra clase política no puede más que ser un síntoma de lo que somos como sociedad. El actual presidente de la república no es el causante de los problemas sino su expresión. San Lázaro, no tiene la majestad del Capitolio ni de Westminster, pero tiene su propia fisonomía y no es arquitectónicamente cualquier cosa, -obra del gran arquitecto Pedro Ramírez Vázquez; otra cosa es que lo hayamos convertido en un tianguis, y su crecimiento tenga el mismo método de planificación que las casas autoconstruidas de las colonias urbanas y populares chipote tras chipote; así es como nos sale.

Y sí, como acusa Raudel Ávila Solís en su cuestionamiento, (pero con discriminación de género, jaja)  por San Lázaro circulan diputados y diputadas en estado de ebriedad, del brazo de sus amantes. No tenía por qué no funcionar como un pueblo. No aspiro a la majestad de la arquitectura sajona sino a la de un parlamento digno, dinámico, contemporáneo y popular; representativo de esa diversidad social que es México.

Otra cosa las postulaciones de lista plurinominal para la representación proporcional que reconoce al amplio espectro democrático. Allí es donde van los cuadros técnico-políticos y negociadores experimentados que marcan la tendencia de los partidos políticos de cada legislatura y donde caben las minorías representadas. En la democracia debe tener lugar la diversidad de agendas, incluyendo a la animalista, por ejemplo y hay partidos de nichos. Sobre todo, en un país en donde las minorías se cuentan a partir de miles e incluso millones de personas.

La puja anual por el Presupuesto de Egresos de la Federación es el jaloneo entre visiones diferentes de país.   

La clase política mexicana tiene la calidad que corresponde a su densidad ciudadana; no podría ser de otra manera. Eso es lo que somos.

Zaachila, 14 de febrero.

https://www.facebook.com/OlimpiaFloresMirabilia

twitter: @euphrasina (gusto por la elocuencia)

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