Culturalmente las mujeres son quienes abandonan más fácil sus empleos o toman trabajos que requieran jornadas cortas para hacerse cargo de diversas responsabilidades familiares.
María Ramírez
SemMéxico. Cd. de México. 30 de julio de 2019.- La diputada Mirtha Iliana Villalvazo Amaya (Morena) consideró que el sistema de pensiones en México hace “diferencia entre hombres y mujeres, porque al margen de la ley los requisitos que deben cumplir ambos son los mismos, pero sus condiciones para lograr un empleo formal, mantenerlo y gozar de prestaciones son distintas”.
Por ello, impulsa reformas a los artículos 154 y 162 de la Ley del Seguro Social para disminuir, en el caso de las mujeres, la cotización de mil 250 a mil 145 semanas para tener derecho al goce de las prestaciones del seguro de vejez. “Cantidad que consideramos razonable conforme a su esperanza de vida”, dijo.
La legisladora subrayó que culturalmente las mujeres son quienes abandonan más fácil sus empleos o toman trabajos que requieran jornadas cortas para hacerse cargo de diversas responsabilidades familiares, esto ocasiona que tengan menos semanas de cotización respecto a los hombres, impidiendo así que gocen de las prestaciones que la ley vigente ofrece, como lo es una pensión.
Refirió que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), cerca del 60 por ciento de las mujeres se encuentran en el sector informal; por lo que la tasa de informalidad de ellas es marginalmente mayor que la de los hombres.
Asimismo, las mujeres se enfrentan a mayores dificultades al intentar entrar al mercado formal, con un buen salario donde valoren sus aptitudes como trabajadora y éstas le sean retribuidas de igual forma que a los hombres, dificultando así alcanzar cotizaciones respecto a las semanas necesarias para tener un retiro de cesantía en edad avanzada y vejez.
Además, dijo, tienen otra desventaja respecto de los hombres, ya que perciben salarios más bajos y en consecuencia sus prestaciones son igualmente menores, sin omitir lo complejo que resulta obtener un ascenso, aumento salarial o un puesto de dirección.
Villalvazo Amaya resaltó que las mujeres tienen una esperanza de vida hasta cinco años más que los hombres, con las últimas reformas a la Ley del Seguro Social esto se traduce en que la pensión debe dividirse entre más tiempo, por lo que si a ambos se les pide el mismo requisito de las mil 250 semanas, ellas se ven afectadas al momento de querer obtener esta prestación pues en su cuenta individual, a diferencia de los hombres, tendrán menores recursos y menos semanas cotizadas.
Ante ello, la legisladora resaltó que es notable la desigualdad entre hombres y mujeres en el sector laboral, al interior de sus hogares, y la esperanza de vida. Todos estos factores afectan a las trabajadoras en las cotizaciones de su cuenta individual y en la acumulación de recursos para alcanzar un retiro digno.
“En las condiciones que se enfrentan las trabajadoras existe un riesgo de que no alcancen a cotizar las semanas suficientes para un retiro digno y en consecuencia no cuenten con los recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades mínimas después de años de trabajo, puntualizó. La iniciativa fue turnada a la Comisión de Seguridad Social.
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