* Imperativo Cambiar el Rumbo
Natalia Vidales de Bitterlin
SemMéxico, 28 de mayo, 2021.- Dos frases. Dos frases de López Obrador quisiéramos que la ciudadanía tuviera presentes en estos días previos a la fecha en que depositará su voto. Y que tuviera en mente esas palabras también el mismo día de la elección… al estar frente a la urna electoral.
Lo anterior reviste gran importancia…¿Por qué? Porque esas frases, que en más de una ocasión ha pronunciado el presidente , reflejan su personalidad y su autoritarismo. Y tenerlas presentes nos permitirá no equivocarnos al emitir el voto y contribuirán a restarle el poder casi absoluto que la ciudadanía le otorgó a un hombre en el que depositaron su confianza, pero que desde que asumió el cargo se ha dedicado a destruir leyes e instituciones y a dividir a las y los mexicanos por sus creencias y por su clase social -sin olvidar la minimización que hace de la violencia en contra de las mujeres y de dejar fuera de los apoyos a las madres trabajadoras.
Esas frases son: ¨Al diablo con las instituciones¨, que pronunció por vez primera López Obrador cuando las autoridades electorales anunciaron que el ganador de la contienda presidencial del 2006 era Felipe Calderón… y no él.
Y la segunda frase importante, ¨al carajo¨, es la que recientemente declaró en su mañanera, en respuesta a pregunta expresa de un reportero que lo cuestionó sobre su ausencia en los hospitales donde se encontraban los heridos por el accidente del Metro, en la ciudad de México.
Las dos frases desnudan al presidente. Lo pintan tal cual es.
Un brevísimo análisis de sus palabras -independientemente de otras muchas por el estilo que pronuncia todos los días- nos deben alertar para, el próximo 6 de junio, no otorgar ni un voto a los candidatos de Morena, porque solo así podremos parar este desastre de gobierno que tenemos.
Quitarle el control mayoritario en la Cámara de Diputados a AMLO, es imperativo porque, como lo señala la Constitución ( otra de nuestras Instituciones de la que incluso se burla el Presidente) las decisiones trascendentales de la vida de la población mexicana deben ser tomadas mediando el equilibrio de las fuerzas políticas y de los intereses de los sectores del país y no unilateralmente como si viviésemos en una autocracia.
La Cámara de Diputados debe ser un contrapeso para que no sea un solo hombre -López Obrador en este caso- quien maneje a su antojo y capricho los destinos de los mexicanos.
Ningún mandatario –cuya palabra significa obedecer al mandante, o sea al ciudadano, o sea a nosotros– debe tener el poder absoluto -y menos quien no ha mostrado sensibilidad ni cordura- porque entonces nuestra República libre y soberana se rebaja convirtiéndose en una dictadura, y ya hemos visto los excesos y atrocidades que se llevan a cabo en países que se rigen bajo ese régimen.
¿Qué queremos para nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos? Eso es lo que debemos analizar y tenemos argumentos para encontrar las respuestas en las palabras que citamos del Presidente porque un hombre que ha buscado aniquilar leyes, instituciones y contrapesos legítimos y que ha demostrado insensibilidad ante la desgracia de sus conciudadanos no merece nuestro apoyo.
No hay otra opción que retirarle a AMLO la mayoría de su partido en el Congreso; es lo menos que nos corresponde, debemos y afortunadamente todavía podemos hacer como mexicanos.
Un hombre que ha demostrado su falta de respeto a la Constitución y una ausencia total de empatía para con los mexicanos en desgracia… no merece más el apoyo popular.
Falta muy poco para una de las elecciones más importantes de nuestro tiempo; las campañas –que están concluyendo con una violencia inaudita– terminan el 2 de junio y empieza un periodo de tres días de silencio electoral para razonar el voto.
Aprovechémoslos para reflexionar en conciencia el México que queremos en comparación con el actual que nadie se merece.