- Proponen sistema de cuidados infantil universal y mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.
- Sumar más mujeres a la economía se traduciría en crecimiento económico: IMCO
Elda Montiel
SemMéxico. Cd. de México. 2 de marzo 2021.- Con la pandemia, la participación económica de las mujeres en México, que era del 45 por ciento, borró el escaso avance de los últimos 15 años, lo que representa toda una generación, señala el estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Sin embargo, en una proyección alentadora propone con acciones del gobierno y del sector privado sumar 8.2 millones de mujeres a la economía, lo que representaría el 15 por ciento del PIB, en un periodo de 10 años. De no hacerlo para el 2030 el PIB sólo crecería 5 por ciento y las trabajadoras mexicanas tardarían 60 años en alcanzar el promedio de participación económica de los países de la OCDE.
Sostiene el estudio que sumar más mujeres en la economía se traduce en autonomía para más trabajadoras, mayores ingresos y ahorro para los hogares, mayor rentabilidad y talento para las empresas lo que se traduciría en un crecimiento para México.
Esto es posible, si el gobierno implementa un sistema de cuidados infantiles universal, se cambian los permisos de paternidad por licencias de cinco días intransferibles, obligatorias y financiadas por el IMSS o ISSSTE, y se incentiva la certificación de las empresas con la Norma 025 en Igualdad Laboral y no Discriminación.
Asimismo, propone impulsar créditos fiscales a las PYMES que contraten a mujeres que regresan al mercado laboral, después de un embarazo o cuidado de familiares, y se fomentan inversiones responsables enfocadas a mejorar las condiciones laborales de las mujeres y se transparentan las políticas de inclusión y representación de ellas en las empresas mexicanas.
El IMCO, que es un centro de investigación en política pública, sin fines de lucro, dirigida por Valeria Moy, preocupadas porque en el país no existen las condiciones necesarias para que las mujeres entren al mercado laboral de manera equitativa, se dio a la tarea de investigar el potencial de las mujeres en la economía.
Fátima Masse, directora de Sociedad incluyente del IMCO, y quien dirigió la investigación, advierte que el avance en la participación política de las mujeres, sobre todo en los puestos de representación como legisladoras y secretarías de Estado debido a las cuotas de género no se ha traducido en un mayor crecimiento de las mujeres en el resto de las instituciones de gobierno, ni siquiera en los estados. En 2019, sólo el 18 por ciento de las titulares de la Administración Pública Federal fueron mujeres.
En el sector privado, la representación de mujeres se reduce aún más conforme ascienden los puestos directivos. Mientras que el 35 por ciento de la plantilla laboral de las empresas que cotizan en las bolsas mexicanas de valores son trabajadoras, solo el uno por ciento está en las direcciones generales y representan solo el 9 por ciento del total de quienes integran los consejos de administración.
El IMCO analizó la capacidad de México y de los otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para atraer y retener a más mujeres en la economía.
En contraste con sus socios, los mayores desafíos de México se relacionan con la distribución del trabajo del hogar y de cuidado, así como la participación en el sector privado.
También señala que el mayor rezago de México está en las barreras para entrar y ascender en el sector privado. Además de que las mujeres de los países de la OCDE destinan gran parte del tiempo al trabajo en el hogar un promedio de 1.98 horas, mientras que las trabajadoras mexicanas 2.5 más horas al trabajo del hogar y del cuidado que los hombres.
Aunque pareciera imposible incorporar a 816 mil mujeres cada año para el 2030, 490 mil de ella con seguridad social, la pandemia demostró que nos podemos adaptar si se hace el esfuerzo, señaló Fátima Mase, lo que requiere un cambio cultural muy profundo.
Hay que invertir en un sistema para el desarrollo de las niñas y niños, para permitir a las madres incorporarse al mercado de trabajo, “ya teníamos la experiencia con las guarderías que cerraron” y que ahora son transferencias económicas que no garantizan personal capacitados, ni lugares limpios, que actualmente son indispensables por la pandemia, monitoreadas y auditadas.
El estudio dice que el costo aproximado sería de 99 millones de pesos al año, el equivalente al 77 por ciento de los recursos presupuestados en 2021 para igualdad entre mujeres y hombres (Anexo 13).
Respecto a las licencias de paternidad, indican que en Corea demostraron ser efectivas por que les dan un respiro a las mujeres, por lo que proponen cambiar los permisos por paternidad, que muchos hombres no aprovechan, que deberían ser licencias obligatorias, y financiadas por el ISSSTE o el IMSS. Lo que tiene un costo aproximado de 1.3 millones de pesos al año, que equivale al 1 por ciento de lo presupuestado para la igualdad de mujeres y hombres en el Anexo 13.
Propone fomentar el registro de más empresas en la certificación 025 para las Igualdad Laboral y no Discriminación con inversión en su promoción, y que estuviera a cargo de una sola institución y no como actualmente, que está a cargo de INMUJERES, CONAPRED y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Seguir el ejemplo de Corea donde las pymes pueden obtener un crédito fiscal hasta del 30 por ciento de los costos por contratar mujeres que regresan a trabajar después de un embarazo o cuidado de los hijos o familiares. Con un costo aproximado de 2 mil millones de pesos, equivalente a 1.5 por ciento de los recursos presupuestados en 2021 para Igualdad entre Hombres y Mujeres.
Por último, propone que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores garantice que las empresas listadas en la Bolsa de Valores cumplan con la obligación de transparentar cuántas mujeres laboran en sus centros de trabajo y comuniquen qué acciones han emprendido para generar la igualdad.
