La sociedad queda a merced de la delincuencia, en medio de extorsiones, ejecuciones, masacres, desplazamientos forzados y una persistente ola de rumores y tensión.
Ley Malena impone de ocho a doce años de prisión los ataques con ácido u otras sustancias químicas o corrosivas por considerarlos tentativa de feminicidio.