Vida y Lectura| Las dos ancianas

Fecha:

Compartir:

Marcela Eternod Arámburu

SemMéxico, Aguascalientes, 27 de marzo del 2023.- Esta semana celebramos los 75 años de una muy querida amiga, ahora ya autoclasificada -con cierta incredulidad- como persona mayor. Muy pronto celebraremos la llegada a la octava década de otra queridísima amiga y, como cada año añadimos uno a la suma, el destino nos alcanza y hace ineludible la reflexión sobre la senectud y lo que conlleva vivir muchos más años.

Como la Organización Mundial de la Salud no ha reclasificado los grupos de edad, sigue vigente el considerar el principio del envejecimiento en los 60 años. Así, la tan difundida nota que afirma que “La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la juventud dura hasta los 65 años…” no es más que otra falsedad, dentro de ese mar de mentiras donde se nada todos los días.

Por lo anterior, leer una bella historia, “una fábula de coraje y supervivencia con un cálido mensaje…” es una buena decisión y si, además, es una lectura amable, divertida y breve, resulta satisfactoria. Es el caso de “Las dos ancianas” de la alaskeña Velma May Wallis que en cada uno de sus libros rinde un homenaje a su ascendencia atabascana, rescatando esos relatos primigenios que se contaban alrededor de una fogata o una estufa y se caracterizan por ensalzar ciertos atributos, actitudes y valores cultivados en las muy pequeñas comunidades, que dependían unos de otras y otros de unas para la sobrevivencia. A Wallis las historias de los gwich’in se las contaba su madre que, al parecer, era una excelente narradora de voz suave y firme que lograba interesar a toda su audiencia.

El gwich’in es una lengua con cada vez menos hablantes (se estima que no hay más de 1500 en toda la región del Yukón, Alaska, Canadá y Estados Unidos) que, como sucede en muchas otras partes del mundo, año con año pierde hablantes, al negarse las nuevas generaciones a hablarlo para integrarse a sus lugares de destino. Por eso da gusto saber que algunos de los libros de Wallis se pueden leer hoy traducidos en 17 idiomas.

La autora de “Las dos ancianas”, cuya primera edición en México es de febrero de 2023, nació en 1960 en una pequeña comunidad de hielo, nieve y frío, donde las personas son capaces de saber la espesura del hielo distinguiendo una tonalidad de blanco de otra, o distinguir el blanco reciente de la nieve del blanco de la semana pasada, porque eso es importante para moverse en su territorio. Para llegar a Fort Yukón, en Alaska, solo se puede utilizar un trineo tirado por perros (el medio de transporte local), barco, avioneta, helicóptero o moto-nieves. A ella le tocó vivir -en su adolescencia y juventud- los grandes cambios que sufrió la región con la llegada de muchas personas extranjeras. Desde cambiar su dieta tradicional y empezar a consumir productos procesados, hasta sentir la necesidad de buscar un empleo remunerado para entrar a la dinámica de la modernidad. Con pesar cuenta como se fueron adentrando ciertas adicciones en su comunidad, principalmente el consumo del alcohol, y como vivieron la perdida de la propia identidad y el despojo de su tierra, en manos de vivales, burócratas y progresistas.

Ella misma relata que de niña todo a su alrededor estaba organizado por las estaciones, todos sabían lo que tenían que hacer, cuándo hacerlo y que lo más importante era tener suficientes alimentos y garantizar el calor dentro de casa. Por eso, los libros de Velma Wallis se centran en rescatar ese pasado endógeno donde la comunidad, su sobrevivencia y su bienestar eran lo más importante. Por eso, ella es una experta en sobrevivencia: cazadora, pescadora y trampera; sabe desollar, trocear y cortar pescados y animales; recolectar frutos, raíces y moluscos; conservar los alimentos con técnicas tradicionales: salado, ahumado, curado o encurtido. Sabe hacer ropa con las pieles de los animales que caza y transportar una vivienda para acampar completa, cargando sola con todo lo que la supervivencia requiere.

De hecho, fue gracias a su alejamiento de la modernidad que pudo escribir “Las dos ancianas” y, mientras vivía de lo que cazaba, pescaba o recolectaba, mientras aprendía de su madre como se hacían antes las cosas y recordaban las viejas historias que ella les contaba a Velma y a sus hermanos en las largas y heladas noches de los interminables inviernos, fue gestándose la historia de dos viejas gruñonas que ante la adversidad se transforman en dos diligentes y capaces sobrevivientes.

“Las dos ancianas” está dedicada a las “personas mayores que sorprenden por sus conocimientos, sabiduría y singularidad”, y esas son las cualidades que dos ancianas, quejosas, achacosas, criticonas y mandonas desarrollan cuando son abandonadas por su comunidad durante un crudísimo invierno, al considerarlas una carga que impediría que el pueblo avanzara con la rapidez que se requería.

Dos ancianas que la tribu juzgó serían una carga insoportable y que demuestran contar con todas las habilidades necesarias para luchar por su vida, que si bien las tenían medio olvidadas, recordaban lo suficiente para no solo sobrevivir a un despiadado invierno, sino para, después de llorar su abandono, disfrutar de la aventura. Saben construirse un refugio, almacenar leña, cuidar el fuego, atrapar conejos, ardillas y piezas menores. Administrar lo que consiguen cuando hay escasez y almacenar lo sobrante, preservándolo y ocultándolo de los depredadores.

Ch’idzigyaak y Sa’ logran con astucia mantener alejado a un oso voraz, y una de ellas se atreve a perseguir a sus más de 80 años un alce, recordando sus escapadas de juventud. No lo caza, pero se divierte. Todos los días son productivos, todos los días hacen algo, hasta que, muchas lunas después, regresan hambrientos aquellos que las abandonaron. Y sí, son ellas, las ancianas, las que tienen alimentos abundantes y leña para que toda su tribu sobreviva. En suma, una historia disfrutable,  que Wallis nos permite conocer.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí



Artículos relacionados

En una jornada democrática eligieron hoy estudiantes de la UNAM  a sus representantes al Consejo Universitario

Este jueves se llevó a cabo la jornada electoral en la que la comunidad estudiantil sufragará, por vía electrónica, para elegir a 47 fórmulas de quienes serán sus representantes ante el Consejo Universitario (CU), máximo órgano de gobierno de la UNAM.

Sale Brugada a acusar mordaza y a quejarse de la prensa

Dos días después del debate entre la candidata y los dos candidatos al gobierno de la Ciudad, Clara Brugada y la dirigencia de Morena salieron hoy en una posición defensiva, para acusar un intento de censura que les impediría hablar del cártel inmobiliario.

América, un peligro para activistas: Amnistía Internacional

América continuó siendo en 2023 una de las regiones de mayor riesgo para los activistas de derechos humanos, medioambientales y periodistas, y la amenaza es aún peor para personas en países convulsionados como Ecuador, El Salvador y Brasil, dijo un informe de Amnistía Internacional.

Entresemana| Del verbo xingar

Menudita, frente al micrófono frunció el ceño y rechazó tenerlo. “Nada”, respondió sin entretelas porque la pregunta fue antecedida por aquello de que su trabajo editorial “Xingona”, la biografía política de Xóchitl Gálvez Ruiz, le acarrearía amenazas.