- La decisión de no ser madre aún enfrenta prejuicios y descalificaciones: hablan las fotografiadas en conversatorio.
- A partir del 2 de marzo podrá verse en la Galería del Centro Nacional de las Artes CENART.
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 27 de febrero del 2023.- La fotógrafa oaxaqueña Judith Romero quien tomó la decisión de no tener hijos ni hijas, no obstante, los prejuicios que genera, y pocas mujeres lo expresan públicamente, presenta la exposición “Sin hijxs. 20 respuestas” que se exhibirá a partir del 2 de marzo en la Galería del Centro Nacional de las Artes (CENART) en colaboración con el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) y el Centro de Investigaciones y de Estudios de Género (CIEG) de la UNAM.
La curadora de la exposición, Rian Lozano, doctora y especialista en el análisis desde la cultura visual y los feminismos, señaló que el trabajo de Judith Romero surge de un principio feminista fundamental: el de las historias compartidas; aquellas que crean las condiciones necesarias para conformar espacios de visibilidad, de toma de la palabra, de seguridad, de solidaridad y confianza de 20 mujeres, Judith incluida.
Explicó el proyecto fotográfico que Judith Romero, el que comenzó hace 10 años, tuvo el propósito de exponer las vidas y las voces de las mujeres que decidieron no tener hijos ni hijas y ahí están las que cuestionaron lo que el entorno esperaba de ellas, las que reclaman el derecho y el disfrute de ser visibles.
Lozano citó a la escritora y poeta Adrienne Rich quien escribía: “sabemos mucho más acerca del aire que respiramos o de los mares que atravesamos, que acerca de la naturaleza y el significado de la maternidad”. Desde entonces, dijo, y gracias al trabajo de pensadoras y activistas feministas, la maternidad fue puesta en el centro de los debates y de las luchas por los derechos de las mujeres, demostrando que éste debía ser, ante todo, un asunto muy público.
La muestra saca del terreno de lo privado la elección de no tener hijas ni hijos: un asunto que no solo está atravesado por las condiciones materiales y socioculturales, sino en el que, además, muchas mujeres, han puesto sus deseos, su gozo y el ejercicio de su libertad en primer término”, señala la curadora Rían Lozano.
Judith Romero, por su parte, explicó que este proyecto ha sido revelador porque la decisión de no tener hijas e hijos atraviesa toda nuestra existencia, las adversidades desde lo familiar y lo social. Ahonda en cómo mantener esa decisión.
Agregó que con su trabajo quiso incidir en la reflexión en el profundo asunto de la maternidad, haciendo visible este proceso de desnaturalización de estereotipos y de respuesta a prejuicios y reproches. Fotografió a mujeres procedentes de diversos contextos socioeconómicos, geográficos y de sexualidades diversas.
Mariana, Lisa, Natacha, Claudia, Ronda, Gisela, Renata, Emilia, Fabiana, Deyanira, Azucena, Claudia G., Rufina, Zoila, Norma, Alejandra, Carolina, Guadalupe y Ángela, y por supuesto Judith hablan de su decisión, son maestras, trabajadoras del hogar, parteras, artistas, secretarias, diseñadoras, médicas y antropólogas, entre otras.
La exposición incluye talleres, el ciclo de cine comentado “Otras mujeres: entre la maternidad y la no maternidad”; mesas de debate y charlas con especialistas, así como visitas guiadas por la muestra.
Múltiples voces sobre la libertad a no ser madre, conversatorio en el CIEG
Estas actividades se iniciaron con el conversatorio “Sin hijxs. Respuesta desde los feminismos” en el que Yuruem Lema Mayer, feminista, especialista en Estudios de Género en el Colegio de México, refirió que nació en una familia que cuestionaba los mandatos sociales, donde siempre se hablaba del aborto, pero supo que la maternidad puede ser hermosa cuando es deseada. Su desarrollo fue en los años 80 y 90 cuando el contexto patriarcal dictaba que el mayor objetivo en la vida para las mujeres es la maternidad.
“Cuando comencé a crecer sabía que podía disfrutar de mi cuerpo, para mi es muy normal no querer ser madre o reproducirme”.
Señaló que estaba muy consciente de que “pudo no nacer”, lo que no resulta conflictivo para ella. Por lo que está consciente que siempre supo que podía elegir ser madre o no. Con su madre, la feminista Mónica Mayer, recuerda cómo en Estados Unidos las personas bombardeaban las clínicas para abortar, lo que la espantó fue la sociedad violenta.
También señaló que para ella esta claro no ser madre como una elección, pero que igual se puede cambiar de opinión, ya que comentó que conoció una pareja que decidió al inicio de su relación no tener hijas ni hijos, pero después si lo hicieron. Es una elección.
Su pugna es con la juventud que sepan que pueden abortar de manera segura y gratuita.
Consideró que dentro del feminismo existe un vacío para reflexionar el tener hijos/hijas o no. Desidealizar esta idea de ser madre como único proyecto de vida, y si se decide no ser madre hacerlo sin miedo por la decisión que adoptamos.
Ser madre, deseo cruzado por identidades
Sihobba Guerrero Mc Manus, bióloga, maestra y doctora en Filosofía de la Ciencia por la UNAM quien ha trabajado académicamente a problematizaciones sobre la patologización, medicalización y criminalización de las poblaciones lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) en México y en el mundo, lo cual le ha permitido elaborar críticas sobresalientes a las llamadas terapias reparativas, que resultan violatorias de la dignidad y los derechos de la población LGBT.
Ella si quería ser madre, pero se ha resignado a no serlo, ya que en su caso este deseo este cruzado por identidades y vivencias, porque tienen corporalidades que les hace difícil ser madres. La adopción no es una opción.
Rechaza el termino infertilidad social que a veces se usa para personas cuando no hay tecnologías reproductivas porque es una etiqueta no por discapacidad biológica sino por un lugar social.
No me voy a meter a un closet sólo para tener hijas o hijos, no me parece ético. También criticó las promesas de las nuevas tecnologías reproductivas, lo que le parece incómodo y muy perturbador, y que se acercan a las poblaciones trans e intersex y les dicen que ahora si van a ser madres biológicas.
Si pensara en tener hijos tendría que educarlo como activista se iba a encontrar con los estereotipos.
Pilar Rius de la Pola, la destacada química quien nació en España y llego a México sin su madre ni padre. Hoy a sus 94 años reflexionó que tan preparados podemos estar para ser madres, en una ingeniosa narrativa acotó que lo estamos a los 75 años, y es ya muy tarde para educar un hijo o una hija. También cuestionó cómo por cuestiones sociales y familiares sujetamos a las hijas o hijos a sueños ajenos.
SEM/MG
