Carmen Santiago Alonso una lideresa comunitaria que “nació con indignación”

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  • Luchó incansablemente por los pueblos y comunidades indígenas
  • Primera directora de la asociación civil Flor y Canto

Soledad Jarquín Edgar

SemMéxico, Oaxaca, 7 de febrero, 2022.- Carmen Santiago Alonso fue una lideresa comunitaria, “nació con indignación”, entregada a su pueblo que fueron más pueblos con el paso del tiempo, defensora del agua y de los territorios, empoderadora de mujeres indígenas, potenciadora de la vida comunitaria, fue todo, fue una flor y canto.

El sábado a las 20:45 cerró los ojos a la vida en su natal San Antonino Castillo Velasco, el obituario de su muerte fue el agradecimiento por su vida, una que iba más allá del ella misma.

“Un grupo de mujeres visten de luces a Carmen. Sollozan. «Qué hermosa te ves comadre». La visten con un atuendo de San Antonino Castillo Velasco. Una blusa bordada y una falda guinda. «No esperábamos que te fueras tan pronto». San Antonino está de luto, pero también de fiesta. Carmen luchó hasta el final. Mujeres visten a Carmen y la peinan y la calzan con unos huaraches de Yalalag. Con Carmen se va una generación de mujeres que dieron su vida por los pueblos indígenas de Oaxaca, desde la opción preferencial por los pobres y los indígenas.

“»Carmen quería que estuviéramos contentos, vamos a cantar», nos anima su comadre. La visten y lloran. Lloramos por lo que fue y por lo que será su legado. Encarnó la teología india al estilo de Bartolomé: la palabra de Dios se hizo indio, se hizo mujer, se hizo rebeldía. Y aquí está, postrada, como si estuviera viva. Por qué no te levantas Carmen, por qué no vienes a bailar con nosotros un jarabe del Valle, como a ti te gustaba, por qué no vienes a tomar un mezcal y a brillar en este mundo que construiste. Sentimientos encontrados, descansa de una vida intensa, pero tenía tanto que dar, tanto que aportar. Hace un par de meses la vimos contenta, era un sol. Hoy las diosas la celebran, le rinden tributo. Gracias por todo Carmen, tu luz seguirá encendida y tú corazón permanecerá en nosotros.

Hasta pronto Carmen”.

Así despidió Miguel Ángel Vásquez de la Rosa, director de Radio Universidad, en su red social, a su amiga y compañera de al menos tres décadas, tiempo en el que caminaron la misma idea desde distintos lugares.

De ella, Vásquez de la Rosa apunta que esta mujer que nació el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, en 1952, había decidido tomar este 2022 un año sabático, tras casi 26 de una ardua labor en la asociación civil Flor y Canto, lo tomaría para descansar del cáncer que había invadido parte de su cuerpo, recuperarse para seguir luchando y celebrar su cumpleaños número 70, había anunciado.

El funcionario universitario, relata que Flor y Canto, la asociación de la que Carmen Santiago Alonso fue su primera directora, nació tras una asamblea de comunidades y caracterizados en Tlalixtac de Cabrera. Una apuesta de la pastoral indígena de la iglesia católica.

El antecedente, añade, es la organización Centro Diocesano de Pastoral Indígena (Cedipio) que desde la década de los setenta impulsa el trabajo diocesano en las comunidades indígenas y que dio lugar al liderazgo de indígenas, jóvenes y mujeres. Ahí es donde surge Carmen, una misionera laica que se casó con los pueblos indígenas y que a lo largo del tiempo trabajo también con don Samuel Ruiz, “Tatik” obispo chiapaneco y Arturo Lona, obispo de Tehuantepec.

Por muchos años Carmen Santiago desarrolló su labor en Santa Cruz Itundujia, poblado de la región de la Mixteca oaxaqueña, su primera gran labor fue la defensa de los bosques,

Vásquez de la Rosa relata a SemMéxico que Flor y Canto, organización que este año cumple 26 de haber sido fundada, es una asociación civil, que surge de la iglesia, sí, pero con un carácter más libre. Durante estas más de dos décadas la figura de Carmen Santiago fue necesaria para los pueblos y comunidades, y ciertamente, apunta, se empeñó en empoderar a las indígenas.

Su trabajo emblemático en la defensa de los derechos humanos, estuvo ahí en el centro del conflicto político-social-magisterial de 2006. Vásquez de la Rosa recuerda que la Comisión de la Verdad documentó el caso de ejecución extrajudicial de aquellos días difíciles. El caso es de Arcadio Hernández, quien fue integrante de la Policía Comunitaria de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca de San Antonino Castillo Velasco, caso que fue acompañado por Carmen Santiago Alonso. El único de 16 que se pudo documentar.

Alguna vez, aspiró a ser munícipe de su pueblo, San Antonino Castillo Velasco, distrito de Ocotlán. Era 2012, compitió por la alianza que entonces formaron los partidos PAN-PRD-PT-Convergencia, pero los caciques priistas lo impidieron, ello no detuvo su actividad, asumió la defensa de los territorios de los pueblos indígenas.

En noviembre pasado, Carmen Santiago Alonso vio concluida una larga lucha de más e 15 años. Las comunidades impulsaron la Consulta para modificar el Decreto de Veda del año de 1967, que impedía a 16 comunidades, obtener libre acceso al agua para uso agrícola y pecuario. Este Decreto finalmente se modificó el 23 de noviembre de 2021. Carmen Santiago Alonso, presidenta de Flor y Canto fue pieza fundamental en este trabajo.

Las 16 comunidades a las que favoreció Carmen Santiago con este incansable trabajo, que le parecía interminable porque no llegaba el decreto, fueron San Antonino Castillo Velasco, San Pedro Mártir, Asunción Ocotlán, San Pedro Apóstol, Santa Ana Zegache, San Martín Tilcajete y Santiago Apóstol. Así como las agencias de: Tejas de Morelos, San Felipe y San Jacinto de Ocotlán, La Barda Paso de Piedra de Santa Gertrudis Zimatlán, San Isidro Zegache de Santa Ana Zegache, El Porvenir y Maguey Largo de San José del Progreso, San Sebastián de Santiago Apóstol y San Matías Chilazoa de Ejutla de Crespo.

Una luz de esperanza fue el cambio de gobierno federal. Ella fue quien le entregó a Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre de 2018, en una ceremonia que le hicieron los pueblos indígenas ya como presidente de México y se dilató en aprobar el decreto porque se tenía la idea de que las organizaciones son intermediarias que se enriquecen de la lucha de los pueblos, pero finalmente se acabó con una veda impuesta por más de cinco décadas.

Hace 40 años, Miguel Ángel Vásquez de la Rosa conoció a Carmen Santiago, cuando participaba en la Pastoral Juvenil de la Comisión Diocesana y ella estaba en la Pastoral Indígena y ambos participaron en un encuentro plenario de la Realidad Indígena, Campesina, Negra y Popular impulsada por Cedipio. La recuerda junto con Floriberto Díaz y Sofía Robles de SerMixe, junto con Adelfo Regio y Hugo Aguilar donde él también estaba.

Trabajaron por objetivos comunes, unos junto a otros. Así volvieron a coincidir el año pasado, cuando Carmen Santiago Alonso le pidió su ayuda para emprender el trabajo de transición en algunos procesos de planeación.

Tras más de 15 años de lucha por el agua, estaba cansada, triste y atribulada porque la lucha no avanzaba, finalmente, todo volvió a la luz cuando se aprobó el decreto en noviembre: “lo logramos, podemos decir que cumplimos”, dijo aliviada.

Ella había decidido tomar un descanso de un año, junto con Bety Salinas, también de Flor y Canto, mientras tantos se nombraría una dirección colectiva. Ella ya no pudo, el cáncer apareció en su vida. Esta tarde, hace unos momentos, su cuerpo fue devuelto a la tierra, en su natal San Antonino Castillo Velasco.

Razhy González también la despidió con décimas:

Décimas por Carmelina

Nació de la indignación

la lucha de Carmelina

de ver que al pueblo domina

cualquier taimado ladrón

que por oro, agua o carbón

la vida al pobre devora;

por eso pregonó la aurora

que hará este orden combusto

porque en un sistema injusto

lo justo es ser transgresora.

Desde la milpa y el agua

tomó la voz Carmelina,

de la siembra y la cocina,

del bordado y de la enagua;

fue su fuego, fue su fragua

del pueblo la tradición

de antigua organización

para ayudarse entre pares;

con sus fecundos andares

cosechó del pueblo acción.

En su acción liberadora

–con rezo, ritual e incienso–,

transformó al pueblo indefenso

en la forja abrasadora;

de la conciencia impulsora,

andando en brecha y peñasco

en sol, en sombra o chubasco

con paciencia y con templanza

supo aplicar la enseñanza

del buen monseñor Carrasco.

Perdimos a gran guerrera

al morir Carmen Santiago

nos espera tiempo aciago

y oscuro sin su lumbrera

porque nuestra compañera

fue escollera a la malicia,

dique para la codicia

del rapaz que al pueblo hería,

y fue digna rebeldía

en lucha por la justicia.

Yo que no soy de oraciones

hago votos por que a diarias

se multipliquen plenarias,

círculos y discusiones;

que viva en nuestras reuniones

por conjurar el espanto,

la expoliación, el quebranto

de la sangre y la violencia,

pues aunque queda su ausencia

nos deja la flor y el canto.

SEM/sj

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